¿Se le olvidó la hemeroteca? Caraballo ataca a Betancort por hacer lo que Román Rodriguez perfeccionó
S.Calleja
Si Yoné Caraballo tuviera memoria, se ahorraría la indignación impostada. Su reciente diatriba contra Oswaldo Betancort por reunirse con empresarios en Tenerife tiene más agujeros que un queso gruyere. Lo que el diputado olvida es que su propio partido, Nueva Canarias-Bloque Canarista, con Román Rodríguez a la cabeza, ha cultivado relaciones similares con empresarios cuando le ha convenido.
Los hechos no admiten discusiones. Durante la etapa del llamado "Pacto de las Flores", Rodríguez, entonces vicepresidente y consejero de Hacienda, mantuvo encuentros con empresarios en Canarias para negociar asuntos fiscales y presupuestarios. Así lo atestiguan las reuniones con la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) en las que se discutieron la materialización de la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) y otras ventajas fiscales dirigidas, curiosamente, a los mismos sectores económicos a los que ahora se acusa de recibir un trato de favor por parte de Coalición Canaria.
Es el viejo truco del populismo: dibujar un enemigo imaginario para desviar la atención de los propios desmanes. Caraballo clama contra las "reuniones a puerta cerrada" en Tenerife, pero omite que su partido también ha mantenido encuentros con el empresariado en foros igualmente privados. Si la indignación de Caraballo fuera genuina, habría levantado la voz cuando Rodríguez negociaba con las grandes patronales mientras predicaba su retórica canarista. Pero no lo hizo.
No se trata de romantizar a "la mayoría social" ni de demonizar a los empresarios. Las sociedades modernas funcionan por el equilibrio entre Estado y mercado. Pretender que un gobierno no debe dialogar con el sector privado es ignorar la realidad económica. Orwell advertía sobre los peligros del doblepensar: sostener simultáneamente dos ideas contradictorias y creer en ambas. Caraballo parece un alumno aventajado en esta disciplina.
El problema no es la reunión en sí, sino la hipocresía de quienes denuncian con una mano lo que han practicado con la otra. En política, la memoria selectiva es un arma peligrosa. Pero la hemeroteca lo es más. Y a Caraballo se le acaba de volver en contra.
¿Cuántas generaciones deberán pagar el precio de confundir la coherencia con el oportunismo?
Aquí su nota de prensa.
El diputado de las islas de Lanzarote y La Graciosa y presidente insular de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC), Yoné Caraballo, ha querido expresar su descontento por la última ocurrencia del presidente del Cabildo Insular de Lanzarote, Oswaldo Betancort, que le ha pagado a través del Cabildo a un grupo empresarios de la isla un viaje a Tenerife para mantener una reunión “a puerta cerrada” con el fin de explicarles el nuevo proyecto de Plan Insular de Ordenación de Lanzarote (PIOL).
Para Caraballo, “este gesto dice mucho del actual presidente y de su partido político, Coalición Canaria (CC), más preocupados por contentar a los empresarios que por ejercer de presidente de la mayoría social de Lanzarote”.
El canarista se pregunta si era necesario una reunión con estos empresarios de Lanzarote en Tenerife, teniendo un majestuoso palacio blanco en Lanzarote como es el Cabildo donde hay espacio de sobra para mantener este tipo de reuniones”. Por otro lado, Caraballo no ve ético ni estético que a los primeros que se les vaya a explicar la propuesta de PIOL sea a un grupo específico de empresarios mientras que a la mayoría social de Lanzarote se les excluye de participar en este importante plan”.
“Existen otros empresarios, particulares, asociaciones, colectivos y partidos políticos que tienen el mismo derecho, incluso más, de conocer de primera mano este plan y saber qué criterios mantiene el grupo de gobierno”, comenta Caraballo, que ve “un trato de favor evidente en el trato que da CC a los empresarios por encima de todos los y las lanzaroteñas que debemos hacer cola en la administración para registrar alguna queja o solicitar algún permiso y esperar meses por una resolución”.
Según NC-BC, “así se las gasta CC cuando está en el poder, primero los suyos y luego la mayoría social”.