¿Por qué votar a Luis Arráez al Senado, indecisos?
Pedro M. San Ginés Gutiérrez*
De las cualidades de Luis Arráez como gestor público y su calidad humana como ciudadano enamorado de su tierra, podría extenderme en varios artículos de opinión. Pero no es esa la única ni las más importante de las razones por las que pido el respaldo de Lanzarote a su candidatura al Senado en representación de la isla cuyo gobierno tengo el honor de presidir.
También sería igualmente importante que Coalición Canaria conservase en las elecciones generales al Congreso de los Diputados los resultados que obtiene en los comicios locales, lo cual bastaría para que esta provincia no mirase con tanta envidia a la de Santa Cruz de Tenerife, que tiene a la más digna representante de Canarias en Madrid en la persona de Ana Oramas. En realidad, es probablemente la única que el electorado pueda recordar defendiendo con independencia los intereses de Canarias, frente a los atropellos que hemos sufrido por parte de todos los gobiernos centrales, de uno u otro color. Pues bien, en esta ocasión tenemos la oportunidad de contar por la provincia de Las Palmas, para que juegue ese mismo papel, con María Fernández –una mujer joven y muy preparada– que cuenta con la ayuda de la lanzaroteña Carmen Rosa Márquez, que la acompaña en las listas.
Y si Madrid queda lejos para quienes vivimos en Canarias, más lejos quedan Estrasburgo y Bruselas que es donde se dirimen asuntos de extraordinaria importancia para las regiones ultraperiféricas como Canarias, lo que hace más necesaria aún una representación nacionalista en el Parlamento Europeo, en este caso de la mano de otra extraordinaria mujer como Azucena Duque.
¿Qué ocurre en unas elecciones generales? Pues que muchos de nuestros votantes creen que Coalición Canaria ni siquiera se presenta o, peor, que con su voto van a elegir a quien será el presidente del Gobierno de España, cuando no es así. Solo podemos elegir cuáles serán los 15 representantes de Canarias en la Cámara Baja y si, entre ellos, habrá o no alguna voz independiente que responda únicamente a los intereses de Canarias.
Pero volviendo al Senado, la cosa es aún más preocupante cuando debiera ser más clara. Mucha gente lo confunde con el Congreso de los Diputados sin saber que en el Senado ni siquiera se elige al presidente, sino a los representantes de cada territorio de España incluidas las islas menos pobladas, y senador por Lanzarote solo puede haber uno: el que más votos obtenga. Es más, es el único cargo del Estado, junto al de presidente de cabildo, que sí son elegidos directamente por la ciudadanía.
La historia está llena de ejemplos de cómo los senadores del PP o PSOE que han representado a la isla desde hace décadas –seguramente cargados de buenas intenciones– se han visto obligados una y otra vez a someterse a las directrices de sus respectivos partidos, emanadas desde Madrid, aun cuando éstas perjudicasen notablemente lo intereses de Lanzarote y de Canarias.
Ana Oramas es sólo el ejemplo más visible de a qué me estoy refiriendo, pero no tengo la menor duda de que nadie va a acallar tampoco la voz de Luis Arráez en Madrid, si ustedes le dan la oportunidad que tanto necesita nuestra isla.
Por mi condición de presidente sé muy bien lo necesario que es esa voz independiente y lo útil que me habría resultado a mí y a Lanzarote tener a un representante en la Cámara Alta a través del cual elevar iniciativas al Senado y defenderlas sin que éstas estuvieran condicionadas, cuando no vetadas directamente, por las directrices nacionales de sus respectivos partidos.
Lanzarote no puede elegir al presidente del gobierno, pero sí puede designar a su senador y es por eso que les pido que elijan a Luis Arráez, el único que puede defender nuestros intereses sin ataduras.
*Pedro M. San Ginés Gutiérrez es presidente del Cabildo de Lanzarote