jueves, 13 noviembre 2025

Chistorras, coca y falso feminismo: crónica de un pleno que nunca debió celebrarse y que todos aprovecharon para cobrar

S.Calleja

En el Cabildo de Lanzarote se celebró esta mañana un segundo pleno extraordinario que jamás debió existir. Ocho consejeros de la oposición lo forzaron para que el presidente, Oswaldo Betancor, explicara por qué se ausentó reiteradamente del pleno del 24 de octubre. Sobre el papel, un ejercicio de control democrático. En la práctica, un espectáculo caro, políticamente sobreactuado y materialmente inútil, con la ausente María Dolores Corujo como sombra protagonista y las dietas corriendo a cuenta del contribuyente.

Mientras la vida sigue en Lanzarote a a pesar del fuerte viento, el Cabildo dedicó tiempo y dinero a una bronca personal entre PSOE, oposición y presidente que podría haberse resuelto con una explicación formal, una sanción política si procedía y algo de vergüenza torera. De eso último hubo poco.

 

Una pregunta sencilla convertida en drama pagado

La pregunta de partida era clara y legítima: ¿por qué se levantó tantas veces el presidente en el pleno del 24 de octubre, dejando el sillón vacío durante buena parte de la sesión?

Ariagona González, portavoz del PSOE, abrió la comparecencia recordando las ausencias y la imagen del Cabildo con la silla de la presidente vacía. Formuló la cuestión con claridad:

“Señor Oswaldo Betancor, ¿cuáles fueron los motivos que le llevaron a ausentarse reiteradamente del pleno ordinario del Cabildo celebrado el 24 de octubre?”.

Hasta ahí, bien. El problema empieza cuando, en lugar de plantear un reproche político y pasar página, el PSOE decide inflar la escena y convertir una pregunta concreta en un juicio total a la persona, con un pleno extraordinario entero dedicado al asunto, su correspondiente coste y su correspondiente épica impostada.

Ariagona lo elevó todo a la categoría de tragedia moral:

“Debo reconocerles que para mí esta comparecencia resulta bochornosa e impropia de un Cabildo que se respeta a sí mismo”.

“El cargo que usted ostenta es un cargo de honorabilidad (…) y usted no está preparado para la presidencia de este Cabildo”.

Y, de fondo, siempre el nombre de María Dolores Corujo, presente en el relato aunque ni siquiera se sentó en el pleno. Lanzarote paga el escenario; la ex presidenta dirige el guion a distancia.

 

Igualdad mal entendida: seis mujeres contra dos

Donde el pleno hizo definitivamente el ridículo fue en el uso de la “igualdad” como arma política. Oswaldo, en su defensa, intentó presentar al PSOE como incoherente en materia de igualdad al criticar la ausencia de respeto a la vicepresidenta, María Jesús Tovar, que presidía la sesión cuando la oposición se levantó:

“La oposición al ausentarse del pleno le faltó el respeto a la vicepresidenta del Cabildo Insular de Lanzarote que ejercía como presidenta”.

Y remató señalando al PSOE como “adalid de la igualdad de oportunidades, de la igualdad entre el hombre y la mujer”, insinuando que, en realidad, no respetan a una mujer presidiendo el pleno.

El PSOE respondió entrando de lleno en el terreno del absurdo: convirtiendo la igualdad en contabilidad de género. Ariagona sacó pecho de la composición de su grupo:

“A lecciones de igualdad, yo lo siento, pero solamente tienen que mirar pa allá y mirar pa acá. Y si miran pa allá veo a dos mujeres y si miran pa acá veo a seis. (…) En nuestro grupo, que tenemos ocho consejeros, tenemos a seis mujeres y dos hombres”.

Es decir: igualdad como marcador de partido. Seis mujeres contra dos, y ya está ganada la batalla moral. ¿Eso es igualdad o marketing interno? En medio de un pleno que no hacía falta, la “igualdad” se usó como piedra arrojadiza mientras la realidad social de las mujeres de Lanzarote seguía exactamente igual antes y después de la sesión.

Los unos acusando de no respetar a una presidenta; los otros exhibiendo número de mujeres en la bancada. Falso feminismo por ambos lados, mientras la isla paga las horas perdidas.

 

La explicación de Betancor: café, baño, agricultor y Tenerife

Betancor tampoco estuvo fino. Ni de lejos. En lugar de presentarse, empezar con un “me equivoqué” y dar una explicación breve, se enrocó en su estilo y dejó la puerta abierta al espectáculo.

Primero habló de su “duplicidad de cargo” y del vecino que siempre atiende, antes de llegar a lo que la oposición y la ciudadanía querían oír. Al final, soltó la versión de los hechos:

“Mis ausencias en el pleno pasado fueron una para levantarme para tomar el café (…) La segunda fui al baño y estaba un agricultor de , Melo Suárez (…) Y la tercera, me había pedido la presidenta del Cabildo de Tenerife que me incorporara a una reunión de patronato”.

Café, baño, agricultor y videollamada. Lo empaquetó como 40 o 50 minutos dentro de un pleno de cuatro horas. La explicación es esa, pero no justifica por sí sola el show de un segundo pleno extraordinario. Eso se revienta con una rueda de prensa, una campaña política bien hecha y, si se quiere, exigiendo responsabilidades en sede ordinaria.

En lugar de eso, el PSOE y el resto de la oposición le regalaron una plataforma de víctima para decir, entre otras cosas, que quien no convocaba plenos era el gobierno socialista anterior:

“El Partido Socialista no convocaba pleno (…) faltan por celebrar quince sesiones plenarias”.

Y ahí se instaló el “y tú más” perfecto: él con sus cafés y sus ausencias parciales; ellos con sus plenos nunca convocados. Y el contribuyente sosteniendo la fiesta.

Óscar Noda: la oposición cercana al PSOE

En medio de todo, intervino Óscar Noda, alcalde de Yaiza y consejero de la oposición, que se alineó claramente con el relato del PSOE y se compadeció públicamente de Dolores Corujo mientras machacaba a Betancor.

Arrancó fuerte:

“Para mí esta comparecencia resulta bochornosa e impropia de un Cabildo que se respeta a sí mismo”.

Y subió el tono:

“Mucho me temo que la ilusión de este juguete a usted se le está perdiendo”.

“Usted parece un niño mimado al que el juguete ya le parece viejo, ya no le ilusiona”.

El diagnóstico puede ser compartido por mucha gente, pero la escena es otra: un consejero de la oposición participando encantado en el mismo pleno que califica de “bochornoso” y contribuyendo a hacer más largo y caro un acto que, si realmente le parece una pérdida de tiempo, lo coherente habría sido evitar desde el principio.

Noda, entró al cuerpo a cuerpo personal, dejó frases contundentes y remató diciéndole a Betancor que se dedicara a otra cosa si no podía con el cargo. Todo dentro del marco que había dibujado el PSOE alrededor de Dolores Corujo.

 

“Coca, chistorras y prostitución”: el nivel por los suelos

En un momento del debate, Betancor se agarró al argumentario nacional del “y ustedes peor” y tiró de escándalos del PSOE  para desviar el tiro:

“¿Con todo lo que le está cayendo a nivel nacional, que si chistorras, ríanse, que si chistorras, de verdad, prostitución, cocaína? ¿De verdad ustedes le van a decir a este quien le habla de viajes, comilonas y fiesta?”.

La oposición se lo dejó botando: había convertido un pleno local sobre ausencias en un escenario perfecto para que el presidente metiera “coca, chistorras y prostitución” en el relato. Resultado: lo que debía ser un debate sobrio sobre la presencia del presidente en los plenos derivó en un esperpento verbal que rebaja todavía más el prestigio de la institución.

Y aun así, nadie cuestionó lo esencial: ¿era necesario este pleno extraordinario? ¿Era la mejor forma de defender la institución? ¿O era la mejor forma de dejar otra jornada de dietas y postureo político pagada por los vecinos?

Igualdad de discurso, desigualdad en el bolsillo

En lo único en lo que sí hubo igualdad fue en esto: todos cobraron.
– Cobraron quienes se rasgaron las vestiduras en nombre de la democracia.
– Cobraron quienes se presentaron como víctimas de una persecución política.
– Cobraron quienes dijeron que el pleno era “bochornoso” mientras intervenían encantados.

Y todo, para que al final la situación quedara así:

  • Betancor deja claro que se seguirá levantando cuando crea oportuno porque “hay quórum” y hay vicepresidenta.
  • El PSOE se va a casa diciendo que ha desenmascarado a un “fraude democrático”.
  • Dolores Corujo, ausente físicamente, mantiene su peso simbólico en el relato de la oposición… y no pierde un solo minuto en un debate que ella misma inspira.

Lanzarote, mientras tanto, sigue con los mismos problemas y con una sesión más de teatro institucional cargada a la cuenta pública.

La crítica a las ausencias de Oswaldo Betancor es legítima y seria; lo que ha hecho el PSOE y el resto de la oposición con ella ha sido convertirla en negocio político y en show. Y cuando la política se convierte en espectáculo pagado por terceros, deja de ser control democrático para convertirse en una burla a la paciencia y al bolsillo de los ciudadanos.

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