Oswaldo Betancort: “Todos los recursos del Cabildo están a disposición de los afectados”
Pejeverde
Una tromba de agua repentina dejó a Costa Teguise y Arrecife bajo un manto de barro, caos y preocupación. Entre las 13:00 y las 15:00 horas del sábado 12 de abril, más de 60 litros por metro cuadrado cayeron como si el cielo se deshiciera a cubos sobre la isla. El Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, junto al Cabildo y los ayuntamientos afectados, activó una respuesta de urgencia para evaluar y mitigar los daños, que afectaron especialmente a la avenida Islas Canarias, donde una estación eléctrica sigue completamente inundada.
Oswaldo Betancort, presidente del Cabildo, se personó en las zonas más afectadas junto al gerente del Consorcio, Enrique Espinosa. Ambos inspeccionaron el terreno mientras equipos de emergencias achicaban agua, despejaban calles y tomaban nota de los estragos. “Nos sorprendió una lluvia repentina que ocasionó horas de incertidumbre, sobre todo en Costa Teguise y Arrecife”, declaró Betancort, rodeado de lodo, palmeras embarradas y vecinos con la mirada entre la resignación y la rabia.
El presidente del Consorcio, Francisco J. Aparicio, reconoció que el fenómeno les pilló en prealerta: “La lluvia nos cogió desprevenidos, aunque actuamos con rapidez para salvaguardar las vidas”. A pesar del susto, no hubo que lamentar víctimas, aunque sí se registraron numerosas pérdidas materiales y situaciones de riesgo.
Las cifras hablan por sí solas: 152 incidencias en Teguise, 70 en Arrecife, todas relacionadas con inundaciones. La subida de Tahíche, varias vías de Costa Teguise y el puente de la LZ-20 hacia San Bartolomé tuvieron que ser cortados. Y en pleno corazón turístico, el Centro Comercial Las Cucharas permanece sin alumbrado.
En medio del desastre, una consigna: solidaridad y coordinación. El Plan de Emergencias Insular (PEIN) se ha ampliado hasta las 07:00 de este domingo. Mientras tanto, los bomberos siguen en labores de limpieza, el barro se aferra a las suelas, y las excavadoras hacen lo posible para que la normalidad regrese a esta isla que ayer se mojó más de la cuenta.