sábado, 27 julio 2024

La prima de Felipe VI y su marido, el arquitecto Carlos Morales, se han desprendido de su casa en la isla

Foto. Lancelot.TV

PJ

Lo publica el diario El Mundo este mediodía donde emerge la crónica de dos mujeres de sangre azul cuyas vidas han transitado por caminos paralelos marcados tanto por la adversidad como por la fortaleza. La Infanta Cristina de España y su prima hermana, la Princesa Alexia de Grecia, han compartido más que lazos familiares; sus historias personales se han entrelazado en una narrativa de apoyo mutuo frente a los desafíos que la vida les ha presentado.

En los momentos más turbulentos, cuando las sombras de los tribunales y los escándalos mediáticos se cernían sobre ellas, ambas encontraron refugio en la comprensión y la solidaridad la una de la otra. La crónica de El Mundo revela cómo estas dos mujeres, descendientes de monarcas y criadas bajo el peso de los deberes reales, han enfrentado con dignidad y discreción las pruebas que les han tocado vivir.

La Princesa Alexia, la mayor de los cinco hijos del fallecido Rey Constantino de Grecia, ha sido un pilar de apoyo inquebrantable para la Infanta Cristina, especialmente durante los episodios más desafiantes: su comparecencia ante el juez por el caso Nóos, la pérdida del ducado de Palma a manos de su hermano, el Rey Felipe VI, y el encarcelamiento y posterior divorcio de su marido, Iñaki Urdangarin. A través de estas tormentas, la solidaridad familiar ha brillado como un faro de esperanza.

El vínculo entre las primas se refleja en sus experiencias vitales: ambas madres de cuatro hijos, su elección de Barcelona para dar a luz y la residencia en esta ciudad, donde han vivido lejos de los focos que a menudo persiguen a la realeza. Sin embargo, no han podido esquivar completamente el escrutinio público, especialmente cuando sus esposos se vieron implicados en investigaciones judiciales.

La trama se complica con la figura de Carlos Morales, esposo de Alexia y oriundo de Lanzarote, quien también ha navegado por aguas turbulentas. Su implicación en el caso Unión, una trama de corrupción urbanística en la isla, y la posterior absolución, resaltan la complejidad de las circunstancias que han rodeado a la pareja.

Recientemente, la Infanta Cristina y la Princesa Alexia han vuelto a demostrar su capacidad de adaptación y cambio, avanzando en sus vidas con decisiones significativas. La venta de su residencia en Lanzarote, el "palacio de la discordia", simboliza un nuevo capítulo para la pareja, alejada de los dramas del pasado y enfocada en un futuro de tranquilidad y discreción.

 

Por su parte, a mediados de noviembre, la pareja formada por Alexia y Carlos también se citaban con un conocido notario del centro de Arrecife,  tal y como ha podido saber este periódico de tirada nacional. 

 

¿La razón?, según El Mundo, la pareja ha traspasado la propiedad del denominado "palacio de la discordia", una residencia de estilo canario tradicional situada en el municipio de Yaiza, disfrutando de las panorámicas hacia el pintoresco Puerto Calero, en el meridional Lanzarote. Esta edificación de dos plantas, según registros oficiales donde anteriormente ejercía María Teresa Quintana, madre de él, en funciones de auxiliar administrativo, dispone de tres almacenes, un baño con sauna, piscinas tanto interna como externa, dos áreas de juego, un gimnasio, un espacio para masajes y una sala de billar, además de otras estancias incluyendo los dormitorios de la pareja y sus cuatro hijos.

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