Haría, preocupada por su Palmeral
El Ayuntamiento de Haría está preocupado por el paulatino abandono del llamado Valle de las 1.000 Palmeras, uno de los palmerales más emblemáticos de Canarias, que cada año ve morir ejemplares por el abandono de fincas y por riesgo de contagio de la Diocalandra Frumenti. Este año se quiere dar inicio a un plan de rescate.
Según un estudio elaborado hace años para el Área de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, por los expertos Marco Díaz-Bertrana, Hristina Hristova Gueorguieva y Pedro Gutiérrez Peraza, sobre la situación de este palmeral y el protocolo de actuaciones para su preservación del agente nocivo Diocalandra Frumenti, el riesgo de contagio es elevado y la entrada en el palmeral de este agresivo escarabajo sería demoledor para su mantenimiento y supervivencia.
Sin embargo, no es solamente el riesgo de esta plaga el que afecta a las palmeras de este valle, pues también están el abandono de fincas y la falta de cuidado. El estudio revela que el palmeral se encuentra en un enclave agrícola a base de enarenados artificiales, que han hecho que las palmeras prosperen hasta en los lugares más adversos. En su origen, las palmeras llegaron de la mano del hombre a ocupar espacios que de forma natural no hubieran llegado, como las partes altas de laderas sin recursos hídricos subterráneos. Fueron las bondades de los enarenados y el buen hacer de sus agricultores, los que hicieron posible esa expansión. Con el abandono de las actividades agropecuarias, las primeras parcelas en abandonarse son las que presentan mayor inclinación, las laderas. Con la ausencia de la mano del agricultor para mantener el rofe y realizar toda una serie de labores culturales para sus cultivos, los ejemplares asentados en esos espacios se resienten, llegando a morir o a quedarse en un estado vegetativo de subsistencia.
Actualmente es el fondo del valle el que presenta las mejores condiciones para el buen vegetar de las palmeras, muchas de ellas asociadas a tierras de labor e inmersas en el casco urbano de Haría. De hecho el estudio señala que de los muestreos realizados, en 2014 la plaga de momento no había llegado a esta zona, si bien, sin embargo, se encontraba ya presente en ejemplares localizados en zonas muy próximas de Arrieta, Punta Mujeres y Mala.