Lanzarote mantiene cerrada la caza en Haría tras hallar cuatro cuervos canarios envenenados
Foto Corvus corax canariensis en el Risco. Elpejeverde.com
Pejeverde
Cuatro cuervos canarios muertos en Guinate y la caza seguirá cerrada en Haría. El Cabildo lo confirma tras la recomendación del Gobierno de Canarias. La razón es directa: posible envenenamiento en una zona donde ya hubo incidentes. Hasta que lleguen las analíticas, no se reabre.
Los Guardas de Caza dieron el aviso. Los Agentes de Medio Ambiente acudieron y localizaron los cuerpos. La especie es el cuervo canario (Corvus corax canariensis), en peligro de extinción. Con eso basta para mantener la suspensión. Se activan de nuevo los protocolos de la Red Vigía Canarias y de la Estrategia Canaria contra el Uso Ilegal del Veneno. Muestras y cadáveres, al laboratorio.
El consejero de Medio Ambiente y Caza, Samuel Martín, fue claro: “reabrir sería temerario porque no hay garantía de seguridad ni para los animales ni para los propios cazadores”. El mensaje llega formalmente a la Sociedad de Cazadores y al Ayuntamiento de Haría. Si la autoridad competente lo valida, el cierre se compensará con la prolongación de la veda en el norte. Nadie pierde días de campo por proteger a una especie que nos queda justa.
Mientras tanto, en el resto de la isla la actividad cinegética sigue con normalidad. Haría queda aparte. Allí hay vigilancia intensiva y trabajos de campo. Se pide colaboración ciudadana: avisos, información, cualquier pista que ayude a identificar a quien haya puesto veneno. No hace falta retórica: el veneno mata sin distinguir. Y cuando afecta al cuervo canario, la respuesta es automática.
El comunicado del Cabildo no deja hueco para interpretaciones: se mantiene el cierre temporal en el municipio norteño “en vista de los nuevos casos de envenenamiento detectados en la misma zona”. Cuando se garantice la seguridad y se levante el cierre, habrá Consejo Insular de Caza extraordinario para estudiar ampliar días hábiles. Procedimiento sencillo: primero la seguridad, luego la agenda.
La cronología también importa. El plazo inicial vencía el 3 de septiembre. Ese día, con cuatro cuervos canarios muertos sobre la mesa, se decide prolongar la suspensión. Ahora el reloj corre del lado de las analíticas. La política pública es prevenir y el criterio técnico manda.