Podemos recluta a afiliados en Lanzarote: orden de alistamiento urgente
S.calleja
Un mensaje aparecía este 5 de mayo en los buzones digitales de quienes aún figuran como militantes de Podemos en Lanzarote. El correo, breve pero ambicioso, convoca a un “encuentro virtual” para el próximo jueves 8 de mayo con el fin de “escuchar a las bases y dinamizar la organización”. Si esto suena a anuncio de empleo es porque, en cierto modo, lo es. No hay otra forma de interpretar una convocatoria que parece más bien una búsqueda de personal cualificado para reconstruir lo que un día fue una de las fuerzas políticas más combativas –y visibles– de la isla.
Hace apenas unos años, Podemos Lanzarote era sinónimo de presencia. Carlos Meca en el Cabildo, Myriam Barros también; Jorge Peñas, desde su perfil más técnico; Nona Perera, liderando candidaturas municipales o al Senado. Un equipo que, con más o menos aciertos, llenaba titulares, proponía mociones y elevaba el debate político en la isla. Hoy, ninguno de ellos está en el organigrama del partido. Ni dentro, ni alrededor. Ni se les espera en el Zoom del jueves o si , quien sabe .
Lo curioso no es solo el vacío, sino la forma. La dirección regional escribe: “Seguimos trabajando para transformar Canarias con valentía, desde el feminismo y el pacifismo, defendiendo el territorio y a nuestra gente”. Ni una sola mención a la debacle organizativa en Lanzarote. Tampoco a quién lidera ahora la formación. ¿Quién hablará en ese encuentro? ¿Quién dinamiza qué? La carta no lo aclara. Es como si Podemos Lanzarote fuera un folio en blanco esperando ser rellenado… con prisas.
Mientras tanto, figuras como Pablo Iglesias y Pablo Echenique han pasado al terreno del comentario político, y Ione Belarra se aferra a la supervivencia nacional con un discurso que recuerda –cada vez más– al de los misioneros que predican en tierras de conversos. A veces citan a Garibaldi, otras veces a Rosa Luxemburgo, pero el resultado es el mismo: si antes no les entendían, ahora cuesta encontrarlos.
La situación de Podemos en Lanzarote no es distinta a la de otras islas o municipios pequeños donde la organización no logró consolidarse más allá de los nombres propios. Una vez salieron –por hastío, diferencias internas o simple cansancio–, el partido se quedó sin estructura y sin relato. Hoy se convoca a las bases, pero la mayoría de esas bases ni siquiera sabían que seguían siéndolo.
¿Es este un intento de reconstrucción o una maniobra de control de daños? ¿Volverán los de antes con nuevas siglas o lo intentarán nuevos rostros con las viejas banderas? ¿Podrán reenganchar al votante sin explicar por qué desaparecieron?
Lo único seguro, por ahora, es que el jueves hay Zoom. Y que alguien, desde algún rincón del organigrama regional, espera que alguien más acuda. El enlace se publicará en un grupo de Telegram. Lo demás, como siempre en política, está por escribirse. O por reescribirse.