Reunión clave en la frontera sur de Europa: el papel de Lanzarote en la cooperación internacional
Pejeverde
Lanzarote, una isla marcada por sus paisajes volcánicos y su hospitalidad, fue escenario este lunes de un evento sin precedentes: la reunión de presidentes de parlamentos del Sur de la Unión Europea y del Norte de África. En el epicentro de este encuentro, que simboliza la cooperación entre continentes, el presidente del Cabildo Insular, Oswaldo Betancort, instó a los líderes presentes a priorizar la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles para abordar la crisis migratoria.
El contexto de una crisis que no cesa
En 2024, Lanzarote recibió a 4.296 personas en 84 embarcaciones. Este año, las cifras siguen siendo alarmantes: en menos de un mes, 822 personas han llegado a la isla en 13 pateras. Para Betancort, estas estadísticas son más que números: representan vidas, esperanzas y tragedias. "Somos la frontera sur de Europa, donde convergen esperanzas y desafíos, pero nuestra lejanía no puede convertirse en sinónimo de olvido. Europa debe asumir su responsabilidad", subrayó.
En su intervención inaugural, Betancort destacó la importancia de reforzar la colaboración con los países del Norte de África. Mencionó que la solución no solo debe centrarse en la gestión de las llegadas, sino también en abordar las causas profundas que empujan a tantas personas a abandonar sus hogares. "Miles de canarios y lanzaroteños emigraron en el pasado con las mismas esperanzas que hoy traen quienes llegan a nuestras costas", recordó, apelando a la memoria histórica y a la empatía de su pueblo.
El presidente también aplaudió la hospitalidad de los lanzaroteños y canarios, quienes han enfrentado este desafío con dignidad y humanidad. No obstante, enfatizó que esta carga no puede recaer solo en las islas más cercanas a los flujos migratorios. "Este reto es de todos, y solo juntos podremos encontrar soluciones humanas, sostenibles y justas", concluyó.
La cumbre no solo fue un espacio para discursos, sino también para debates profundos sobre las rutas migratorias del Mediterráneo Occidental y el Atlántico. Con el respaldo de la Presidencia española de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo, los representantes discutieron estrategias basadas en los informes presentados. La clausura, presidida por Francina Armengol y Fernando Clavijo, prometió reforzar el compromiso internacional hacia una gestión compartida de esta crisis humanitaria.
Un mensaje que resuena más allá de las costas
Lanzarote, como frontera sur de Europa, ha demostrado que su papel trasciende la geografía. Este encuentro, cargado de simbolismo y urgencia, envía un mensaje claro: la tragedia migratoria requiere una acción colectiva e inmediata. Oswaldo Betancort, con palabras que resonaron en los corazones de muchos, sintetizó el espíritu de la cumbre: "La humanidad debe estar en el centro de nuestras políticas".