Villalba avanza hacia los tribunales, pero Compromiso por Haría apuesta por el diálogo
PJ
La decisión del Ayuntamiento de Haría de emprender acciones legales contra el Consorcio Insular de Aguas ha abierto una profunda fractura política en el consistorio. Tras la modificación de los estatutos del Consorcio, que reduce la representación de Haría al 1,358% y otorga el control mayoritario al Cabildo con un 60%, el alcalde Alfredo Villalba defendió la necesidad de preservar la voz municipal en esta entidad, considerando el cambio un ataque directo a los derechos del municipio.
No todos en Haría comparten esa visión. Chaxirazi Niz, junto a los otros tres concejales de Compromiso y Víctor Robayna de Coalición Canaria, votaron en contra de la medida judicial. Su rechazo refleja una posición pragmática: no creen que la vía judicial sea la mejor respuesta a una cuestión que, en su opinión, debería resolverse mediante el diálogo y la negociación interinstitucional. Niz señaló que, aunque comprende las preocupaciones de Villalba, es preferible que el Ayuntamiento explore otros métodos para preservar su representación en el Consorcio, evitando conflictos que pueden agravar aún más las tensiones entre los municipios y el Cabildo.
La postura de Compromiso también subraya un punto crucial en el contexto actual de Haría: la gestión del agua sigue siendo un problema urgente, con cortes y problemas de abastecimiento que afectan directamente a los habitantes. Para Niz y sus compañeros, la prioridad es garantizar el suministro de agua en vez de invertir recursos en procesos judiciales de incierto resultado.
Mientras tanto, Villalba ha reiterado que la decisión del Consorcio infringe los principios de igualdad y participación de los municipios en la gestión de los recursos hídricos. Sin embargo, la falta de consenso en el consistorio revela una grieta interna que podría complicar la estrategia del alcalde. La oposición liderada por Niz cuestiona si realmente se está anteponiendo el interés general del municipio o si, por el contrario, este movimiento judicial solo perpetúa una disputa política con el Cabildo.
La tensión se mantiene en el Ayuntamiento de Haría, donde la división de opiniones refleja un conflicto mayor: la lucha por el control y la gestión de un recurso tan esencial como el agua, que enfrenta a los intereses de los municipios contra el poder del Cabildo Insular.