Lanzarote podría enfrentarse a una retirada inminente de Canal Gestión, según Caraballo
PJ
El diputado por Lanzarote y La Graciosa, Yoné Caraballo, ha alzado la voz en las últimas semanas sobre la situación crítica del suministro de agua en la isla. Los cortes frecuentes y prolongados han generado indignación entre la población, y Caraballo no ha tardado en responsabilizar a la privatización del servicio, sugiriendo que la gestión de Canal Gestión Lanzarote ha fracasado en cumplir con las expectativas que se tenían tras la privatización del agua.
En su intervención, Caraballo no solo critica a los anteriores gobiernos insulares, sino que también apunta a un posible escenario que puede resultar clave: según sus "fuentes", Canal Gestión podría estar considerando abandonar Lanzarote debido a las pérdidas económicas que está enfrentando y la mala imagen que está proyectando.
El argumento central del diputado se basa en que la privatización, que supuestamente iba a mejorar la eficiencia, ha resultado ser más costosa a largo plazo. Esta visión crítica de las "políticas ultraliberales", como las define Caraballo, parece estar ganando terreno ante la creciente frustración de los residentes que soportan las consecuencias de un servicio irregular. Sin embargo, el diputado también advierte que, de confirmarse la salida de Canal Gestión, la isla deberá prepararse rápidamente para un proceso de recuperación del servicio por parte del sector público.
Aunque las declaraciones de Caraballo podrían interpretarse como una advertencia más que una certeza, lo que sí deja claro es la necesidad urgente de tener un plan B en caso de que Canal Gestión efectivamente abandone Lanzarote. Esto coloca a las instituciones públicas en una situación delicada: o se organizan para asumir de nuevo el control del agua o enfrentan una crisis aún mayor si la retirada de la empresa se produce sin una estrategia clara de reemplazo.
Las "voces" que menciona Caraballo sobre la posible retirada de Canal Gestión aún no se han confirmado oficialmente, pero el diputado insiste en que el riesgo es real y que Lanzarote no puede permitirse estar desprevenida ante este posible escenario.