¿Cómo llega la mantequilla de Irlanda a Canarias? Un proceso revelado en Madrid Gourmet para Elpejeverde
Foto. Elpejeverde.com. en Madrid Gourmet hoy
S. Calleja
Desde el corazón de Irlanda hasta las mesas de los hogares de Canarias, la mantequilla irlandesa ha cruzado mares y fronteras para convertirse en un ingrediente esencial el archipiélago. Hoy, desde el salón Madrid Gourmet, donde esta delicia está siendo exhibida en la feria más importante de la capital española, descubrimos cómo este producto llega a enriquecer los paladares de canarias.
La mantequilla, reconocida por su pureza y calidad, es extraída de leche de vacas que pastan libremente en los verdes campos irlandeses. Este producto es transportado en grandes bloques de 25 kg hasta Gran Canaria, donde comienza un meticuloso proceso de envasado. En las instalaciones de El Cebadal, en Las Palmas, la mantequilla es transformada y adaptada a las necesidades y gustos locales: se envasa en tarrinas con o sin sal, en latas de diversos tamaños y en paquetes de 250 g.
Además, en un intento de fusionar sabores locales con este producto irlandés, se han introducido variedades que incluyen adiciones únicas como mojo picón, ajo y perejil, y escamas de sal marina de Lanzarote. Estos toques canarios no solo respetan la tradición sino que también aportan una identidad local a un producto extranjero, creando una simbiosis perfecta entre lo irlandés y lo canario.
Aunque el producto clásico sigue siendo el favorito entre los consumidores, las variantes innovadoras encuentran su lugar en el mercado, apelando a aquellos en búsqueda de nuevos sabores y experiencias gastronómicas. La aceptación de estas nuevas versiones demuestra la apertura y curiosidad culinaria de los canarios, así como su gusto por la variedad y la calidad.
En la conversación, se menciona también el orgullo y la gran estima que los irlandeses tienen por su país y su industria láctea, destacando la importancia de la procedencia y el trato ético de los animales.
Este viaje culinario, desde las praderas irlandesas hasta los supermercados de Lanzarote y otras islas, subraya cómo un simple producto puede ser un puente entre culturas, uniendo a personas a través del amor por la buena comida.