MIENTRAS MARRUECOS SE DEBATE CON ESPAÑA SU RUPTURA POR EL CASO " GHALI" LAS PATERAS ENTRARON AYER EN LANZAROTE DE MANERA FLUIDA
elpejeverde
Marruecos no descarta la ruptura con España, tal y como han anunciado sus autoridades, en función de cómo evolucione el «asunto Ghali», que enturbia las relaciones desde que el jefe del Frente Polisario fue acogido en un hospital de Logroño con identidad falsa.
La entrada masiva que se produjo en Ceuta desde Marruecos, tolerada por los agentes fronterizos, con gran número de menores cuya repatriación se convierte ahora en un auténtico problema (según las últimas noticias), no hizo sino agravar una crisis que podría haber tenido solución mucho antes, lo que no resta gravedad a lo ocurrido.
Mientras tanto sigue el goteo de pateras a Lanzarote. Ayer domingo y coincincidiendo con el dia de Canararias, no queda claro del todo a esta hora de la mañana si fueron 3 o 4 las embarcaciones que llegaron a diferentes puntos de la Isla con cerca de un centenar de personas.
La política internacional no es una asignatura que se le de bien al Gobierno Españaol y dependiendo de como sople el viento de los intereses marroquies así reaccionará el Rey del vecino País.
A lo largo de la semana, tras la entrada de más de 8.000 ciudadanos marroquíes a Ceuta, varios ex presidentes del gobierno y ministros de diferentes partidos políticos españoles han criticado en diversos medios de comunicación la posición del ejecutivo de Pedro Sánchez con el país vecino.La lista es larga. José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González, Alfonso Guerra, José Bono, Josep Piqué, Ana Palacios y José Manuel García-Margallo han declarado abiertamente la necesidad de tomar otra postura respecto a Marruecos, más conciliadora, para evitar la ruptura de las relaciones.También hay empresarios, e incluso, ministros del gobierno actual cercanos al lobby promarroquí, como el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, que le da su apoyo velado a Rabat.
De todas estas reacciones se hace eco la prensa marroquí para seguir cargando contra la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a quien responsabilizan de la crisis, junto al presidente Pedro Sánchez, por acoger al secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali.