La verdad por delante
Por Joel Delgado Cáceres
He decidido publicar este artículo de manera personal y directamente para que nadie pueda manipular ni un ápice de mis palabras. No sería la primera vez por desgracia que me ocurre.
Este lunes he anunciado que no me presentaré en las próximas elecciones autonómicas y locales, y que mi compromiso, y mi contrato con los ciudadanos de Lanzarote y La Graciosa, se terminará cuando se agote esta legislatura.
La libertad con la que me podré expresar aquí, sin intermediarios, sin más presiones que las de mi limitada inspiración, me aporta la valentía de hacer y escribir lo que políticamente pienso y lo que la conciencia y mi honor me han dictado para este artículo, con el objetivo de que los ciudadanos de Lanzarote y La Graciosa sepan lo que ocurre con determinadas personas.
Vaya por delante que no dejo de reconocer que he cometido errores, que los sigo cometiendo y que probablemente los cometeré, pero nunca, por mucho que algunos se empeñen, esos errores han sido delictivos o dignos de reproche penal alguno. Soy un patoso, un metepatas, lo reconozco, pero siempre actúo de buena fe y pesando en la gente. Uno de los principales errores que he cometido siempre es actuar por impulso, hacer lo primero que se me pasa por la cabeza. He aprendido, quizás un poco tarde, que no sólo hay que contar hasta diez, tal vez hay que hacerlo hasta mil antes de lanzarse a hacer o a decir determinadas cosas. En esta ocasión no actúo bajo mi habitual improvisación, lo hago a conciencia, después de un periodo de reflexión y después de determinar que no le voy a permitir ni una vez más a los que permanentemente juegan con la vida de las personas en esta Isla que lo sigan haciendo, al menos conmigo y con mi familia.
Este lunes 16 de abril había concertado una entrevista con el programa “Entre barrios” que dirige y presenta Chalo Frias, en Crónicas Radio-COPE Lanzarote. Como saben los que siguen ese programa, al que acudí gustoso, las entrevistas se hacen en el estudio que tiene la emisora de Arrecife, en un ambiente muy distinto al que suele haber en los programas estrictamente informativos. Fue allí, en esa emisora y en ese ambiente, donde decidí anunciar mi retirada de la política, después de una pregunta del presentador sobre mi futuro y sobre los rumores que había para situarme en éste o en otro sitio en las próximas elecciones locales. Me pareció un buen momento para hacerlo, para que los ciudadanos se enteraran, incluso para que mucha gente de mi partido se enterara, para que mi familia por fin descansara. Parece que esa noticia generó y despertó mucho interés informativo, porque inmediatamente después, pocos minutos después de salir del estudio y de que la gente de Crónicas hubiera colgado en su periódico mis declaraciones, recibí una llamada de lavozdelanzarote.com. Curiosamente, como ya me esperaba, me llamaron para hacerme la misma pregunta, para confirmar si era verdad lo que yo había manifestado en el otro medio. Con toda la buena intención del mundo, porque entiendo además que es mi obligación atender a todos los medios por igual a pesar de que tenga mi particular punto de vista sobre el periodismo que se practica en cada uno de ellos, les relato de nuevo la historia y el motivo que me había llevado a anunciar lo que había anunciado, dejando claro, como es evidente que es, que se trata de una decisión estrictamente personal por las razones que se reflejaron en el medio que sí trató de forma correcta la noticia.
El hecho de no continuar en política tras el final de la legislatura está originado en la necesidad de devolverle a mi familia lo que durante tanto tiempo les he quitado, dedicación y cariño, tranquilidad y anonimato. Nada que ver con lo que lavozdelanzarote.com publicaba el lunes como noticia propia cuando no lo era, haciendo una extraña interpretación de lo que se había adelantado en otro medio. No voy a atacar al medio, no es mi intención, porque creo firmemente en la libertad de prensa. Pero lo que este lunes anuncié no tiene nada que ver con la incompatibilidad, ni con lo que de manera tendenciosa sacó Podemos en relación a esa incompatibilidad. Pero algunos se atribuyen méritos, para seguir colgándose medallas de mentiras y bazofias. Así les va a ir en la vida. Esta sociedad es muy pequeña, y todo el mundo se conoce. Con todo eso que dicen y que hacen conseguí ganar unas elecciones a la Cámara Alta, y eso parece que algunos no son capaces ni de encajarlo ni de perdonarlo.
Para quien no la conozca, y en el ánimo de que los ciudadanos sepan quién es quién en este juego, Isabel Lusarreta es una periodista (creo, no he visto el título y no pretendo ponerlo en duda) de lavozdelanzarote.com, y si no me equivoco es la encargada de ese mismo digital y de su contenido. No se si es buena o mala periodista, no quiero juzgarla por ello, al menos de forma pública, pero como todo el mundo sabe Lanzarote es muy pequeña y son varios los que se me han acercado para decirme que es la pareja del portavoz de Podemos, Carlos Meca. Sé que estas palabras levantarán revuelo, sobre todo en la falsa progresía, donde meterse en la vida privada del resto es un deporte olímpico pero si se lo haces a ellos se convierte en una canallada. Como dije antes, estoy amparado en la libertad de expresión que ejerzo con todas sus consecuencias, y por eso creo que los ciudadanos merecen saber la verdad. Y de confirmarse esta relación, que sólo me atañe para poder atar determinados hilos y para que los ciudadanos comprendan cómo se manejan las informaciones y la política, es muy grave, no por la relación sino por el uso partidista de los medios que tiene a su alcance, porque no se nos olvide que con un solo titular o noticia puedes hundir a una persona; ése es el poder de los medios. Algunos lo ejercen con rectitud, y otros ya sabemos…
¿Qué papel pinta Isabel Lusarreta en todo esto? La de mezclar, la de sembrar dudas sobre mi decisión de dejar la política cuando no es verdad, como más adelante les mostraré, o la de seguir manchando mi nombre intentando meterles por los ojos una imputación que se archivó en el 2014, donde un juez determinó mi inocencia y que por tanto no existe ningún delito, porque ni siquiera fui juzgado por algo que no sucedió. No la estoy atacando profesionalmente, simplemente estoy diciendo que es parte interesada, dada su conocida por muchos relación sentimental con quien tengo un enfrentamiento personal, fundamentalmente por lo que publica en el Agitador.com, cuestión aparte de que él, Carlos Meca, sí esta condenado y yo no. Y en el ámbito de ser parte interesada me refiero a que utiliza el medio en el que trabaja para favorecer las ideas brillantes de su pareja sentimental y atacar políticamente a sus enemigos.
Los que vayan a atacarme diciendo que este artículo es misógino o machista, que se busquen mejores argumentos. No entro en cuestiones particulares, entro en lo poco ético que resulta que se utilicen vínculos personales para hacer daño a otras personas con el objetivo de beneficiar a terceros, siempre dentro de la podredumbre que rodea a determinados políticos y a sus prácticas. Los ciudadanos deben saber todas las versiones posibles de una historia, y hoy toca la mía. O los que digan que es un ataque a la libertad de expresión, les invito a que sigan buscando mejores argumentos, pues queda fuera de toda sospecha mi figura cuando defendí en radio y en directo a la presentadora del programa matinal de la cadena del grupo lavozdelanzarote.com ante un ataque de un cargo público de la Isla. El papel de los medios de comunicación es fundamental y es un derecho de los ciudadanos, pero ese derecho no puede violar o menoscabar el derecho del honor de personas inocentes. Y ya está bien, hay que empezar a poner las cosas en su sitio.
Y Ahora digamos la verdad, ahora mi versión sin filtros.
Mi decisión viene motivada por el agotamiento de mi familia y de mis amigos más cercanos, el hartazgo por la mentira, por la manipulación, y por la destrucción del ser humano que no piense como determinadas personas quieren. Mi decisión es, y lamento tener que decirlo, porque es indigno tener que reconocerlo públicamente, por la enfermedad que le han detectado a mi abuela que no es otro que un tumor cancerígeno en uno de sus pulmones. Mi abuela es mi referencia, mi icono familiar, quien me crió, me cuidó, y quien me inculcó muchísimos valores, valores que echo de menos en personas que son incapaces de reconocer que no todo vale en política, pero estoy seguro que esto les entrará por un oído y les saldrá por el otro; ellos están en su objetivo, seguir destruyendo a quienes trabajamos y conseguimos cosas para Lanzarote y La Graciosa.
Esta cuestión viene motivada por esa enfermedad a la que antes aludía, de querer pasar más tiempo con ella, de disfrutar de ella, y ayudarla en la medida de mis posibilidades, pero parece obvio que si me presentara a unas elecciones la propia tensión electoral, que ya se empieza a vivir, sería un gran impedimento y no ayudaría en mi propósito de lograr una recuperación. Eso y que los ataques a mi persona serían desproporcionados, hechos a los que ella no es ajena, pues es bastante joven y le llegan las noticias o las falsas noticias, que de todo hay en la viña del señor, pero como tengo claro cuál es mi escala de prioridades, la elijo a ella antes que seguir en el lodazal en el que se ha convertido la política de Lanzarote, porque tengo que decir que yo pese a quien le pese y a lo que digan, NO ESTOY IMPUTADO, NI CONDENADO.
Me han pasado audios de distintas tertulias radiofónicas donde los bocachanclas agoreros de siempre (rivales políticos) que tanto trabajan por Lanzarote, se ensañaban conmigo por el mero hecho de decir que me "retiraré de la política cuando acabe esta legislatura". Fíjense ustedes, si lo hago porque lo hago, y si no lo hago porque no lo hago. Es delirante.
A nadie se le esconde que me hubiese gustado ser, y ésa era mi principal ilusión, alcalde de Arrecife. Los que me conocen saben de esa debilidad, saben que me hubiese gustado participar del cambio de esta ciudad, que desde luego tiene futuro, esperanzas; sólo hay que tener ilusión y creer en ella, pero no estoy dispuesto a pagar ese precio, no a costa de ver cómo lo pasan los que están mas cerca de mí, en especial mi abuela. Mientras algunos/as serían capaces de vender a su propia familia por seguir en la política, yo no. Lo tengo claro.
Aviso a navegantes, amigos y personas queridas: lo que hoy he contado probablemente genere más noticias infundadas sobre mí, titulares en mi contra, auspiciados principalmente por Podemos, y puede ser que de esta periodista también. Pero me da igual lo que piensen y hagan, ellos ya me han descrito como un monstruo. Yo seguiré durmiendo igual, con mi conciencia tranquila, y mi familia cada vez más cerca, que es lo único que pretendo, y lo único que voy a hacer le pese a quien le pese.