Para que pasen cosas
Artículo de opinión de Inodelvia Torres, concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Arrecife
"El deseo de un coche no es nada si además no se construye la dificultad de vivir sin él". (La conquista del aire, Belén Gopegui, 1998).
En el último siglo, la construcción urbana ha priorizado facilitar el uso de los vehículos privados, que han pasado de meros medios de transporte a símbolo de estatus social y que han inducido el cambio de hábitos hacia un sendentarismo nada saludable y un peligroso incremento de la contaminación en las ciudades.
Por el camino han perdido espacio y derechos sobre el mismo las personas y otros sistemas de locomoción, generalmente más baratos, limpios y ecológicos.
Hay quienes califican ya a la multiplicación de coches en las urbes como "peor que una invasión de ratas: algo letal" (Jan Gehl, arquitecto y urbanista responsable de iniciativas de peatonalización en Nueva York, Londres, Moscú o Shanghái).
En esta línea, han aparecido entidades como Car Free Cities Club, que tienen en común la apuesta por la movilidad urbana sostenible y la reducción del uso del vehículo privado, promoviendo los modos de transporte más amistosos con el medio ambiente. En la actualidad están asociadas al club 65 ciudades europeas, entre las que se incluyen Barcelona, Sabadell, Cáceres, Oviedo, Córdoba y Bilbao. ¿Por qué no Arrecife?
Menos estrés, mejor eficiencia y más salud; la ciudad, un mejor lugar para vivir, más sostenible para el medio ambiente y más sano para sus habitantes. Bajo estas convicciones se celebra la Semana Europea de la Movilidad (19 al 25 de septiembre) y en el ecuador de la misma, el Día Internacional de la Ciudad sin Coches, el jueves 22.
En nuestra capital de Lanzarote, el actual grupo de Gobierno se ha comprometido a gestionar de manera progresiva el tránsito hacia una vuelta a modos de transporte más amistosos con el medio ambiente, con una inversión decidida en el transporte público colectivo y trabajando en la reducción del tráfico en las zonas más sensibles y emblemáticas de Arrecife.
Porque, como alguien aseguró muy lúcidamente, por donde no pasan coches pueden pasar muchas cosas.