Mi tierra tiene su voz, que llora si la encierra
Por Sergio Calleja
Recuerdo con cariño aquellos años ochenta cuando desde Fuerteventura viajé a la península en el J.J Sister con destino a Madrid. En ese momento no podía imaginar la cantidad de lugares y personas que conocería y las experiencias vitales que tendría. Los destinos de mi padre como militar me sirvieron para conocer Asturias, Galicia, País Vasco ,Aragón, Madrid, y tantos y variopintas villas y ciudades en muy pocos años. Finalmente ,regresé a Lanzarote casi dos décadas después.
No olvidaré la cara de asombro del gallego, o asturiano, o madrileño cuando escuchaban mi manera de hablar:-¿De dónde eres?-,me preguntaban con curiosidad. Yo,con un indisimulado orgullos les respondía:-Soy canario, de Lanzarote.
Desde ese momento nunca dudé que mi manera de hablar era algo que tenía que conservar y de lo que enorgullecerme en esa tierra acogedora y ante esa gente comprensiva y cariñosa. No me dio nunca vergüenza utilizar el pronombre personal "ustedes", ni dar explicaciones al que me preguntaba asombrado el porqué lo "llamaba de usted" ,diciéndole que nosotros en Canarias utilizamos el "ustedes " para referirnos a varios interlocutores ,tanto en el tratamiento informal ,como en el formal, ,y que es un pronombre tónico que procede etimológicamente de la contracción del grupo nominal "vuestra merced". En ese territorio peninsular que me arropó, respetaron que dijera "ustedes son de Madrid", en lugar de "vosotras sois de Madrid", voy a coger la guagua, en vez de subir al autobús, o" la tortilla de papas" estaba buena, en vez de" la tortilla de patatas" estaba buena.
Cada vez son más los niños, jóvenes y algún talludo que otro en edad ,los que deslizan la "S",como un silbido vociferante, escondiendo su acento con pudor ,ignorando que la riqueza de nuestro acervo cultural está agonizando si no ponemos remedio.
Por eso no sorprende que a día de hoy ese canario que vive y reside en Lanzarote, en muchas ocasiones acomplejado porque su manera de hablar es diferente, rechace las formas lingüísticas del habla canaria en su comunicación diaria; he llegado a escuchar a licenciados por la Universidad de la Laguna de honda raigambre lanzaroteña, subirse al "autobús", y encender una "cerilla para calentar unas "patatas", para compartirlas con "vosotros".No es de extrañar que ésto ocurra:
En la Radio Televisión Canaria, los informativos son locutados por una madrileña; en los colegios se cuidan poco las maneras a la hora de enseñar nuestra idiosincracia idiomática y cultural ,como si quisieran ocultar algo vergonzante; y algunos políticos que nos representan no dudan en criticar con acerada y cínica vehemencia a un Consejero del Cabildo al que le gustaría que nuestro representante en el Senado hablara con acento lanzaroteño, y con el hermoso pronombre "ustedes", y no como un castellano que utilice el "vosotros", como no puede ser de otra manera, si procede de la península.
Como colofón, he de dar las gracias a esos amigos peninsulares, con los que he compartido tantos retazos de felicidad y en especial, a mi padre, que me inculcó durante todos los años vividos en territorio peninsular, el respeto hacia todas y cada una de las particularidades culturales, y lo que significaba la palabra "integración" ,cuando no se estilaba usarla.
*El título del artículo es una frase de una canción de Nino Bravo.