Nueva Canarias considera preocupante los retrasos en las pruebas de ciguatera que sufren los pescadores de Lanzarote
Nueva Canarias cree que es sumamente importante que las pruebas de ciguatera, (intoxicación alimentaria por ingesta de pescados que se alimentan o habitan en los arrecifes coralinos) puedan realizarse en Lanzarote y no como se viene haciendo desde hace varios años en la isla de Gran Canaria.
Sierras, meros, abades, petos o medregales son los ejemplares que una vez capturados debe enviarse una muestra de ellos para que se realice un test en el Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, para luego saber si están libres de esa toxina.
El sector pesquero insular se muestra bastante preocupado, ya que viene siendo habitual que una vez enviadas las muestras se tarde entre dos y tres meses en recibir el resultado de las mismas. Con este tiempo en congelación el pescado pierde frescura en todo su proceso, teniendo que ser vendido como producto congelado.
A todo esto hay que añadirle un sobrecoste, y es el espacio que se utiliza para su depósito en las cámaras frigoríficas, un producto que se tiene que dejar almacenado durante varios meses desconociéndose si al final es apto o no para su consumo.
Hasta hace unos años estas pruebas se realizaban en Lanzarote a través de unas tiras reactivas de test que venían de una empresa americana, pero la excusa que dio la consejería del Gobierno de Canarias fue que la fábrica había cerrado en Miami.
Nueva Canarias defiende que estas pruebas puedan ser realizadas en la propia isla de Lanzarote para poder dar no sólo unas garantías al consumidor, sino también un mejor servicio a nuestro sector pesquero evitando todas estas incomodidades.