ARTÍCULO DE OPINIÓN Por compartir...ni profesión
Marciano Acuña
Por Marci Acuña, consejero de Bienestar Social
El tiempo, los años, en fin, la vida… en mi caso, me ha brindado aparte del disfrute de las
experiencias vividas, la “oportunidad” de cambiar todo aquello que debe ser objeto de mejora,
debe ser en mi caso una cuestión de principios.
Desde muy joven tuve muy claro por convicción propia, que más allá de la profesión elegida, mi
destino y devoción no era otra que generar la posibilidad del cambio. Este leitmotiv o
melodía de mi vida, contienen las palabras más hermosas, intensas y esperanzadoras de esta
sociedad, que bien encauzadas en el grupo de amigos, tejido asociativo, comunidad, deporte,
la profesión, el amor, la fe, la política… han afianzado una relación de total honestidad de mi
para mí.
Las etapas vividas, no han sido quemadas, más bien disfrutadas, aprovechando la visión y
perspectiva que te dan los años, siempre que tu misión en la vida permanezca intacta.
Por ello, he ido y he venido, pero siempre si volvía era para estar, estar con pulmón henchido y
con plena consciencia aportando el bagaje de lo vivido y aprendido.
Tomar la decisión de volver a la política activa fue fácil, apasionado de lo social y trabajando
siempre en la trinchera con los más vulnerables no podía permanecer respirando las
consecuencias devastadoras de las decisiones políticas del grupo PSOE, en un área tan
sensible como BIENESTAR SOCIAL E INCLUSIÓN donde en tan poco tiempo tanto daño se
hizo.
Por eso rehúyo de las malas artes, voces impostadas, la utilización del verbo fácil utilizado de
forma torticera y pegarme la vida haciendo triquiñuelas para engañar al fin y al cabo a los míos,
a mi gente, a mis mayores, a mis vecinos y vecinas, a mis amigos y amigas… me decanto por
la cercanía, el contacto, y la atención a la población de Lanzarote y La Graciosa. Así me ocupo
y preocupo de nuestra gente, de nuestros problemas con el objetivo firme de búsqueda de
soluciones y de generar cambios.
Con este credo particular, pretendo avisar a aquellos grupos políticos que no clase política, que
mi relación con la vida política es tan sumamente honesta que no me distraerán aquellos
teatrillos y speech que sólo buscan escucharse más a si mismas, sedientas de abanderar hoy,
las causas que dejaron morir ayer. No me van a encontrar.
Me encontrarás, incorporando nuevos equipos profesionales que permitan a esta isla dar una
respuesta más eficaz a la lista de espera para la Valoración del Grado de Discapacidad, me
encontrarás ampliando el número de plazas sociosanitarias para esta isla, me encontrarás
implementando políticas sociales que recuperan los derechos de las personas, en definitiva me
encontrarás siempre generando el cambio.
No perderé mi tiempo en aquellas políticas rancias que buscan mediante el conflicto justificar la
inacción y el desinterés que nos mostraron cuando estaba ahí, evidenciando que el tiempo de
desgobierno lejos de haber realizado un ardua reflexión tratan sin éxito de vomitar relatos
inverosímiles de un tiempo que se fue, porque lo dejaron morir… donde imaginan para calmar
el amargo gusto que deja el fracaso que dejaron la lista de espera a cero, que ellos
resolvieron el contrato con la UTE para la construcción de la residencia, que iban a creer un
organismo autónomo para gestionar todas aquellas plazas y servicios que no crearon, que
solucionaron la gestión de los servicios públicos esenciales…. ¿Por qué y para qué? Solo ellos
lo sabrán.
Empecé esta legislatura, devolviendo más de trece millones de euros, lo que para mi
supone una negligencia política, y aceptarlo para mí hubiese supuesto normalizar el fracaso de
poner en marcha nuevas plazas sociosanitarias y para la creación de nuevas infraestructuras.
Repasé hemeroteca, y sólo vi puestas de largo enterrando una piedra que seguro no saben ni
dónde está, recogieron premios de servicios que nunca llegaron a crearse, trabajadores que
tenían que salir a la calle a defender sus derechos porque esta administración no les pagaba,
el tejido asociativo en la más absoluta soledad y abandono, centros de protección para los
menores hacinados, una plantilla de personal deficiente, etc... y decidí avanzar porque tengo
que diferenciarme de la política de fango y lodo, donde digo todo y digo nada, donde sólo quito
esculturas porque las puso el otro, donde estuvieron cuatro años y no hicieron nada salvo
alejarse de las necesidades de los ciudadanos de Lanzarote y La Graciosa.
Solo llegué y me instalé en el área, y hasta me dieron las gracias porque hacía muchos años
que un gestor político no estaba allí. Sólo tuve que abrir las puertas a la ciudadanía y ponerme
a trabajar desde la ilusión y el ánimo de cambiar con perspectiva todo lo vivido, rodeado de un
equipo de profesionales con las mismas ganas y entusiasmo que el mío para tratar de corregir
el mayor caos que se había podido generar en un área como esta.
Confío en el tiempo, porque además de ser el bien más preciado, se le confiere sabiduría, y la
capacidad y potestad de hablar por sí misma atendiendo a los hechos vividos.
Seguramente hoy, aquellos que dispusieron de su momento en la política insular, como el
tiempo no les ha otorgado la razón, sólo disponen del uso y abuso del verbo como estrategia
de necios que pretende gritando mil veces la misma mentira que ésta se convierta en verdad.
Tiempo al tiempo.