“No hemos aprendido nada del Covid”: la crítica de Caraballo a la gestión sanitaria en Lanzarote
Pejeverde
El Hospital Dr. José Molina Orosa de Lanzarote atraviesa una de sus peores crisis. Así lo han denunciado numerosos profesionales sanitarios al diputado canarista Yoné Caraballo, quien ha alzado la voz para criticar la “pésima gestión” y los recortes en personal que han agravado la situación. Este descontento es un reflejo del malestar que afecta a uno de los pilares más esenciales de la sociedad: la sanidad pública.
En palabras del propio Caraballo, “no hemos aprendido nada del Covid”. Una frase que resuena como un recordatorio de las lecciones que quedaron por aplicar tras una pandemia que puso al límite los sistemas de salud en todo el mundo. En el caso del Molina Orosa, las carencias no solo persisten, sino que parecen haberse acentuado.
Denuncias desde el servicio de urgencias
El malestar no es abstracto. Según los testimonios recogidos por Caraballo, el personal de enfermería del servicio de urgencias está al límite. “No pueden más”, aseguran, mientras describen jornadas desbordadas por la alta demanda asistencial, agravada por la temporada de virus. Denuncian que la gerencia refuerza al personal médico, pero descuida al de enfermería, perpetuando una desigualdad que aumenta la tensión laboral.
El problema no es únicamente de gestión. El diputado también señala un modelo de desarrollo descontrolado como parte de la raíz del colapso. La población residente en Lanzarote supera los 160.000 habitantes, a lo que se suma el turismo masivo, con más de 3 millones de visitantes anuales. En 2023, el sistema sanitario atendió a 32.247 turistas, lo que supone una media de 88,3 pacientes diarios. Cifras que evidencian que las infraestructuras actuales no están preparadas para soportar esta carga.
Una “ciudad de los cuidados” para Lanzarote
Ante este panorama, Caraballo aboga por soluciones estructurales. Propone la creación de una “nueva ciudad de los cuidados” en Lanzarote, que contemple un nuevo hospital adaptado a las necesidades reales de la población. Este proyecto, asegura, es prioritario para aliviar la presión sobre el Molina Orosa y garantizar una sanidad pública de calidad.
Caraballo no solo plantea ideas, sino que se compromete a llevar estas denuncias al Parlamento de Canarias. En su papel de fiscalizador del Gobierno, pedirá explicaciones a la consejera de Sanidad por lo que califica como “una gestión sanitaria deficiente”.
Apoyo a los profesionales y un llamado al cambio
El diputado, también profesional sanitario, expresó su apoyo incondicional a todo el personal del hospital, especialmente a los trabajadores del área de urgencias. Subraya la necesidad de contar con una sanidad pública bien dimensionada y gestionada por los mejores profesionales. “Cuando la ciudadanía me eligió, fue para escuchar y actuar, y eso es lo que estoy haciendo”, concluyó.
La situación del Hospital Molina Orosa es, al mismo tiempo, un recordatorio de las consecuencias de la falta de previsión y un llamado urgente a la acción. La sanidad pública no solo necesita recursos, sino también una gestión eficaz que priorice las necesidades de pacientes y profesionales.