Antonio Morales lanza un SOS ante la crisis interna de Nueva Canarias
Pejeverde
Esta mañana, Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria y figura destacada de Nueva Canarias (NC), publicó en Canarias 7 una extensa carta que pone en el centro del debate la grave crisis interna que atraviesa el partido. Si bien Morales se mantiene en una posición prudente, su escrito refleja una preocupación genuina ante la posibilidad de una fractura irreversible dentro de la organización, que pone en jaque el futuro del nacionalismo progresista en Canarias.
Morales, conocido por su habilidad para medir cada palabra, ha apelado en su carta a la responsabilidad histórica de todos los sectores implicados, tanto en la dirección del partido como en los grupos críticos, para evitar que las diferencias internas culminen en una ruptura. Su mensaje, sin embargo, tiene el aroma de una última llamada a la reflexión en un momento en el que las posturas parecen más distantes que nunca.
1. La fractura de Nueva Canarias: una crisis anunciada
La carta de Morales confirma lo que muchos ya temían: las tensiones internas en Nueva Canarias han alcanzado un punto crítico. Durante el último año, el partido ha sido escenario de un debate que, lejos de conducir al consenso, ha profundizado las diferencias. El anuncio de aplazar cualquier acuerdo hasta el congreso de julio ha sido la chispa que amenaza con incendiar las estructuras internas.
Morales, aunque no menciona nombres concretos, sugiere que la dirección del partido está más centrada en cálculos internos que en ofrecer soluciones. Según él, no es posible ignorar las demandas de quienes representan el 80% de los cargos orgánicos y públicos de Gran Canaria.
2. La amenaza de la división en un contexto global y local delicado
El presidente del Cabildo no solo alerta sobre las consecuencias internas de una posible ruptura, sino que enmarca la crisis de NC dentro de un panorama estatal e internacional preocupante. Morales destaca cómo el avance de los totalitarismos, el negacionismo climático y el debilitamiento del Estado de Bienestar afectan especialmente a territorios frágiles como Canarias.
En su análisis, Morales subraya la importancia de una voz nacionalista fuerte que defienda los derechos históricos de Canarias frente al centralismo y las políticas reaccionarias. Su mensaje no es solo una advertencia, sino un llamado a la acción para evitar que la división interna de NC debilite al nacionalismo progresista en un momento crucial.
3. El impacto en Gran Canaria: poder municipal en juego
La carta detalla cómo la crisis afecta directamente a Gran Canaria, el principal bastión de NC. La posible ruptura con grupos independientes supone un debilitamiento considerable en el ámbito municipal, insular y autonómico. Morales advierte que sin un acuerdo, NC no solo perderá poder, sino que abrirá la puerta a alianzas contrarias a sus principios, fragmentando aún más el espacio político progresista.
4. Una crítica a todos los sectores implicados
Morales no ahorra críticas hacia ninguno de los bandos en conflicto. A la dirección del partido le reprocha su incapacidad para liderar un proceso inclusivo, señalando que las mayorías orgánicas no pueden ignorar el peso institucional de Gran Canaria. Al sector crítico, le pide evitar la improvisación y trabajar con estrategias claras, argumentando que una "huida hacia adelante" solo aumentará la fragilidad del proyecto.
En su carta, Morales se posiciona como un puente entre ambas partes, instando a la generosidad y al pragmatismo. "El nacionalismo progresista no puede prescindir de nadie", escribe, subrayando la necesidad de unidad para afrontar retos como el cambio climático, la crisis de vivienda o las disfunciones del modelo turístico.
5. La responsabilidad histórica de Nueva Canarias
El mensaje final de Morales es una apelación directa a la responsabilidad histórica de Nueva Canarias como principal referente del nacionalismo progresista en Canarias. En un contexto donde crecen las desigualdades y los populismos, Morales defiende que el partido no puede permitirse una división que desarticule su capacidad de influir en las instituciones y en la sociedad.
Con su carta, Morales no solo busca frenar el deterioro interno de NC, sino que plantea un debate más amplio sobre el papel del nacionalismo progresista en Canarias en un mundo cada vez más polarizado. Su advertencia no deja lugar a dudas: el futuro del partido es incierto, pero las decisiones que se tomen ahora tendrán repercusiones durante años.