Cabildo y Gobierno de Canarias destinan 2 millones para salvar el palmeral insular

Foto.Elpejeverde.com

Pejeverde

El característico paisaje del palmeral lanzaroteño, símbolo de identidad de la isla y pieza clave en su economía y cultura, enfrenta una seria amenaza: la plaga de Diocalandra frumenti. Para combatirla, la consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, en colaboración con el Cabildo de Lanzarote, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de control y erradicación con un presupuesto de 2 millones de euros.

Durante su visita a los trabajos de tratamiento en San Bartolomé, el consejero de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata, destacó los avances logrados hasta el momento. “Hemos censado 75.000 palmeras y tratado más de 2.000 con técnicas innovadoras, buscando frenar la expansión de esta plaga y proteger nuestro valioso patrimonio vegetal”, señaló Zapata.

Un plan integral en marcha

El proyecto, que comenzó en Haría por ser la zona menos afectada, se ha extendido por los municipios más afectados: Teguise, San Bartolomé, Tías y Yaiza, donde el 42% del palmeral muestra signos de infestación. Para abordar esta problemática, las instituciones han empleado principalmente la técnica de endoterapia, que permite tratar a las palmeras de manera eficiente y localizada. En los casos donde esta técnica no es viable, se han utilizado tratamientos por pulverización.

Además, se ha implementado una red de trampas para monitorear palmeras sospechosas y capturar de manera masiva a los adultos del insecto, una medida clave para evaluar la efectividad de los tratamientos. Actualmente, estas trampas están operativas en Haría, y se espera que se extiendan próximamente a otros municipios.

Formación y concienciación, pilares del proyecto

Uno de los aspectos más destacados del plan ha sido la formación y divulgación. Durante el primer año de ejecución, se han organizado cinco sesiones formativas dirigidas a personal encargado de la gestión de palmeras. Estas actividades buscan garantizar que los tratamientos se realicen con la mayor eficacia posible. Además, se publicará un tríptico informativo en formato digital y físico para sensibilizar a la población sobre la plaga y las medidas de prevención.

La amenaza de la Diocalandra frumenti

Esta plaga, detectada por primera vez en Canarias en 1988, afecta gravemente a las palmeras al perforar galerías en sus raíces y hojas, debilitando su estructura y causando la caída prematura de hojas. Si no se controla, los daños pueden ser irreparables, amenazando no solo el paisaje insular, sino también los usos tradicionales de la palmera en la artesanía, la gastronomía y la agricultura.

Un esfuerzo para preservar el patrimonio natural

La lucha contra la Diocalandra frumenti no es solo una cuestión ecológica, sino también cultural y económica. Las palmeras, símbolo vegetal de Canarias, representan la historia y la identidad de la región. Este proyecto integral busca garantizar su preservación para las generaciones futuras, reforzando el compromiso de las instituciones con el medioambiente y el patrimonio insular.