Reconocimiento Nacional a la Eficacia: Ruimán Duarte, el hombre detrás del éxito del método CER en Lanzarote
S.Calleja
Escribo estas líneas desde otro archipiélago de la Macaronesia, en las Azores, donde, como en Canarias y especialmente en Lanzarote, el problema de los gatos asilvestrados plantea desafíos ecológicos y sociales. Aquí, también se buscan soluciones para mantener el equilibrio entre la fauna doméstica y la biodiversidad local, pero pocas historias son tan ejemplares como la de Ruimán Duarte.
Ruimán Duarte, responsable de la Oficina Insular de Bienestar Animal del Cabildo de Lanzarote, ha sido galardonado con el Premio Bienestar Animal del Colegio de Veterinarios de Las Palmas. Este reconocimiento, más que un simple trofeo, representa el triunfo del trabajo bien hecho, del esfuerzo incansable por mejorar las condiciones de vida de los animales y proteger el medio ambiente en la isla. Es un reconocimiento nacional a un hombre que ha logrado implementar el método CER (captura, esterilización y retorno) con una eficacia sin precedentes en Canarias, convirtiéndose en el primer funcionario en llevar adelante esta medida con verdadero impacto.
Ruimán empezó desde abajo, recorriendo barrancos con su propio vehículo, ayudando a quienes habían perdido a sus mascotas, y devolviendo la esperanza a familias desesperadas. Su trabajo no se limitó a estos rescates discretos y solitarios; su visión y compromiso lo llevaron a consolidar una oficina que hoy apoya a todos los municipios en la gestión ética de colonias felinas. Y lo hace enfrentándose a sectores ecologistas que, paradójicamente, parecen más preocupados por sus subvenciones anuales que por resolver los problemas reales de los gatos asilvestrados.
El reciente enfrentamiento con Ecologistas en Acción, que acusó al Cabildo de Lanzarote de "suelta ilegal" de gatos castrados en La Graciosa, es un claro ejemplo de cómo se generan narrativas alarmistas sin fundamento. Ruimán ha aplicado el método CER de manera rigurosa, capturando los gatos en áreas urbanas, esterilizándolos y devolviéndolos a su lugar de origen, cumpliendo con la Ley 723 de Protección y Bienestar Animal. Sin embargo, algunos prefieren ignorar estos hechos, tal vez porque una polémica mediática les ayuda a mantener su relevancia.
Desde esta perspectiva en las Azores, puedo afirmar que el trabajo de Ruimán Duarte es un ejemplo a seguir, un modelo que debería replicarse en cualquier lugar donde el bienestar animal y la protección ambiental coexisten en un delicado equilibrio. Lanzarote necesita más personas como él, comprometidas con una labor que trasciende el reconocimiento y se centra en resultados reales.
El premio a Ruimán Duarte es un llamado a las instituciones para que se invierta y apoye a quienes, como él, luchan por el bienestar animal con rigor y responsabilidad. Es hora de que su ejemplo inspire a otros archipiélagos y se comprenda que la solución al problema de los gatos asilvestrados no es el alarmismo, sino el trabajo constante y bien fundamentado.