Peritaje y posible rescisión del contrato: Yaiza busca completar el Pabellón por su cuenta
PJ
El Ayuntamiento de Yaiza, encabezado por el alcalde Óscar Noda, enfrenta un desafío administrativo y económico con el proyecto del Pabellón Deportivo de Playa Blanca. Con un nivel de avance del 95 %, la obra está actualmente paralizada debido a la situación financiera de la constructora Levantina, Ingeniería y Construcción, declarada en concurso de acreedores por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia. Ante este escenario, el consistorio estudia la posibilidad de rescindir el contrato, completar la obra con recursos propios y asumir su gestión.
En rueda de prensa, Noda destacó la intención de Yaiza de proceder a un peritaje para decidir la recepción provisional del Pabellón, en espera de encontrar un camino viable para poner en marcha la instalación y que esta esté disponible para la comunidad. "Nuestra voluntad y compromiso de abrir la instalación se basa en el cumplimiento de los pagos y en el interés de asumir su gestión directa con presupuesto reservado", afirmó el alcalde, quien anunció que el Ayuntamiento ha reservado 700.000 euros para la gestión del recinto, destinando recursos a limpieza, mantenimiento, administración y personal.
Noda detalló también los próximos pasos, que incluyen la resolución de obras exteriores y las pruebas de carga de las piscinas, esenciales para sacar a licitación el 5 % restante de la obra. Además, se refirió a una solicitud de modificación de contrato presentada por la constructora en 2022, por 2,9 millones de euros, calificada por los técnicos del Ayuntamiento como "totalmente inviable".
Las complejidades del proyecto y sus antecedentes
El proyecto del Pabellón de Playa Blanca fue adjudicado en 2019 a la UTE Levantina, Ingeniería y Construcción – Solventia Ingeniería y Construcción, por 5,2 millones de euros. Desde el inicio, la obra estuvo marcada por ajustes presupuestarios y modificaciones de contrato. Durante la pandemia y la posterior crisis de costos generada por la guerra de Ucrania, el Estado autorizó revisiones excepcionales de precios, lo que permitió a Levantina solicitar aumentos en 2022 y 2023, sumando un total de casi 800.000 euros.
Este historial de modificaciones y reajustes revela las complejidades que enfrenta el proyecto, una situación que se ha visto agravada por la decisión de Solventia de abandonar la UTE, dejando a Levantina como única responsable. En respuesta, el alcalde enfatizó que, pese a los retrasos y contratiempos, su equipo ha buscado siempre el camino más transparente, con reuniones constantes entre las partes involucradas y manteniendo a los ciudadanos informados.
La respuesta del Ayuntamiento y las alternativas para el futuro
Noda señaló que el consistorio seguirá trabajando para dar respuesta a las necesidades deportivas de Playa Blanca, valorando la gestión directa de la instalación en su etapa inicial y evaluando posteriormente si resulta más conveniente mantener dicha gestión o externalizarla. “El camino que consideramos mejor para responder a la demanda ciudadana es abrir el Pabellón cuanto antes y proceder de manera transparente”, concluyó el alcalde, reafirmando el compromiso del gobierno local.