Patricia Yurena Rodríguez: de la corona al lienzo, un nuevo capítulo artístico en Lanzarote
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La escena en el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) de Lanzarote fue tan serena como intensa la noche de la inauguración de ‘Azul: el mar y la mujer en perspectiva’. Allí, Patricia Yurena Rodríguez, Miss España 2008 y finalista de Miss Universo 2013, daba un giro en su carrera: no con la típica corona, sino con un pincel y acuarelas en mano. Su primera exposición no solo marca su entrada en el mundo artístico; también es un reflejo de una transformación personal y profesional.
En la colección, Rodríguez combina pintura digital y acuarelas en trece piezas que exploran una relación simbiótica entre la mujer y el mar. Su obra evoca el paisaje de su infancia en Tenerife, donde el agua era un refugio y un espacio de reencuentro con su esencia. Cada obra refleja diferentes etapas de su vida, desde la niña que se maravillaba en la costa canaria hasta la joven que, en Madrid, encontraba en el mar un eco de su propia búsqueda interior.
El evento reunió a personalidades como Ángel Vázquez, consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote, y a Raúl Sánchez, antropólogo y encargado de abrir la exposición, quien elogió a Patricia por la valentía de expresar la feminidad en un mundo aún dominado por ciertas normas restrictivas. También estuvieron presentes amigos, familiares y su hija Gara, a quien Patricia considera su “mejor creación”.
Rodríguez ha hecho del arte su medio para desafiar estereotipos. La trilogía de acuarelas, presentada en exclusiva, es una apuesta estética y política a favor de la diversidad de cuerpos y la sororidad. Su enfoque cuestiona el papel asignado a la mujer en la sociedad y la confronta con un ideal de autonomía y respeto por el entorno natural, temas que el Dr. Sánchez destacó con precisión al afirmar que “el arte es un sistema de acción para cambiar el mundo”.
En esta exposición, los certámenes de belleza y los flashes han quedado atrás. Patricia Yurena pinta a la mujer en su estado más puro, sin adornos ni distracciones, un cuerpo en armonía con el océano, un símbolo de libertad y reivindicación. La muestra estará abierta al público en el Castillo de San José hasta el 2 de noviembre, ofreciendo una oportunidad para reflexionar sobre la identidad y el papel de la mujer en la sociedad contemporánea.