El PSOE exige un límite para los taxis turísticos en La Graciosa a través del PRUG
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El Partido Socialista de Lanzarote ha levantado la voz contra lo que consideran una inacción peligrosa por parte del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, frente al crecimiento desmedido de la actividad turística en La Graciosa. La portavoz del PSOE en el Cabildo, Ariagona González, ha denunciado públicamente la negativa de Betancort a establecer una regulación efectiva sobre los taxis turísticos en la isla, un fenómeno que, según el partido, está afectando gravemente al patrimonio natural y a la vida cotidiana de los habitantes de La Graciosa.
Durante los meses de verano, La Graciosa enfrenta una avalancha de turistas que, según González, llega a alcanzar la cifra de 428 visitantes por habitante. Esta presión turística ha provocado un aumento descontrolado de taxis turísticos, que han pasado de 15 a más de 50 en los últimos años. Los taxistas locales y residentes han mostrado su indignación ante la falta de regulación, advirtiendo del impacto medioambiental que esta actividad desregulada está teniendo en la isla.
El PSOE ha presentado una moción en el Cabildo en la que insta a la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) para La Graciosa, que incluiría una normativa clara para la regulación del número de taxis en la isla. El objetivo de este plan es garantizar que la actividad turística sea compatible con la preservación del entorno natural, protegiendo así los valores medioambientales de la isla y la calidad de vida de sus habitantes.
González ha insistido en que la situación actual supone una amenaza directa al delicado equilibrio de La Graciosa. Según ella, el Cabildo tiene la responsabilidad de actuar de inmediato, y cualquier demora podría poner en peligro el futuro de la isla como destino turístico sostenible y su capacidad para mantener su singular estilo de vida.
El trasfondo de esta crítica se enmarca en la aprobación, durante la pasada legislatura, del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Archipiélago Chinijo, del que forma parte La Graciosa. Para los socialistas, la aprobación del PRUG es ahora una necesidad urgente y una oportunidad para establecer los límites adecuados a la actividad turística, en particular a los taxis, y asegurar la convivencia equilibrada entre el turismo y los residentes.
Ariagona González no ahorró palabras para criticar lo que considera la pasividad de Betancort: “Sigue mirando hacia otro lado mientras La Graciosa se ve desbordada por un turismo descontrolado que amenaza su patrimonio natural y la calidad de vida de sus habitantes”.
El PSOE subraya que, para proteger el medioambiente y preservar la esencia de la isla, es fundamental que el Cabildo actúe con firmeza. Mientras tanto, La Graciosa continúa en una situación de incertidumbre, a la espera de soluciones que frenen el deterioro medioambiental y social que enfrenta la isla.