¿Es López Aguilar un ultra? La narrativa socialista y de sus medios afines se tambalea en Bruselas
PJ
En una votación que podría haber pasado desapercibida, un detalle ha encendido el debate político: el voto a favor de Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado canario, para reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. Junto a él, otros 57 eurodiputados de la familia socialista decidieron romper con la postura oficial del PSOE en España y, en algunos casos, incluso con la de sus propios gobiernos, apoyando lo que, para muchos, es un gesto valiente que desafía el guion oficial.
El hecho de que López Aguilar, una figura destacada en la política española y un defensor constante de los valores progresistas, se haya sumado a esta corriente ha causado un revuelo notable. Mientras que en España, los diputados canarios en el Congreso rechazaron la legitimidad de González, López Aguilar parece haber optado por otro camino, poniendo en entredicho el relato que varios medios alineados con el PSOE han sostenido: aquellos que votaron a favor de González estarían, supuestamente, alineándose con la extrema derecha. ¿Es López Aguilar un ultra? La pregunta, que suena casi absurda, es la que algunos se ven obligados a plantear ante la retórica polarizante que envuelve el debate.
Este voto, que ha sido calificado como un error por fuentes dentro del Europarlamento, expone una realidad incómoda para el PSOE y su narrativa en torno a Venezuela. Mientras que el grupo socialista en España condena cualquier acercamiento a la figura de Edmundo González, López Aguilar, junto con otros destacados eurodiputados socialistas, ha demostrado que las divisiones dentro de la izquierda son profundas y que la cuestión venezolana no se puede reducir a un juego de alineaciones simplistas.
En Bruselas, donde los intereses y las posturas tienden a difuminarse entre los márgenes del pragmatismo y la ideología, la votación a favor de González ha revelado una fisura importante dentro del bloque socialdemócrata europeo. No solo los españoles han decidido votar a favor, sino también un importante sector de los portugueses y alemanes, lo que desafía abiertamente las posiciones del gobierno español liderado por Pedro Sánchez. Este desenlace parece ser, no un error, sino un mensaje: la política exterior socialista respecto a Venezuela no cuenta con un consenso unánime, ni siquiera entre sus filas más leales.
López Aguilar, con su trayectoria intachable dentro del socialismo europeo, ha dado un golpe sobre la mesa, dejando claro que, al menos para él, reconocer a González es una cuestión de principios, no de táctica política. La valentía de su decisión se destaca aún más cuando se contrasta con el silencio calculado de otros líderes europeos como Ursula von der Leyen, quien ha evitado pronunciarse abiertamente sobre el tema, o las maniobras evasivas de los eurodiputados alemanes que simplemente se abstuvieron de votar.
La resolución, aunque no tiene valor jurídico, es una medida de presión política significativa. En la que muchos ven un gesto simbólico, López Aguilar ha mostrado que el debate sobre Venezuela no es un asunto cerrado, ni mucho menos. El Parlamento Europeo ha hablado, y su postura, con 309 votos a favor, 201 en contra y 12 abstenciones, no solo refleja la importancia del tema, sino también las grietas internas que dividen a los partidos políticos, incluso dentro del propio socialismo europeo.
Así, mientras algunos en España se apresuran a etiquetar el voto de López Aguilar como un error o un desliz, otros lo ven como un gesto de coherencia y coraje. Porque en tiempos de polarización, votar a favor de lo que uno cree justo, aunque implique romper con la línea oficial, siempre será un acto que destaque sobre el ruido político.