lunes, 16 septiembre 2024

El Gobierno de Pedro Sánchez no pide más efectivos a Frontex pese a la crisis migratoria

Foto. EFE

S. Calleja/ El Confidencial

La crisis migratoria en Canarias sigue intensificándose, y la falta de una respuesta adecuada por parte del Gobierno español está provocando indignación en el archipiélago. Con más de 25.000 personas llegadas este año, el aumento del 123% respecto al año pasado ha puesto en jaque los recursos sociales y de acogida. Sin embargo, a pesar de esta situación crítica, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido no solicitar ayuda adicional a Frontex, la agencia europea de control de fronteras. Esta postura ha generado malestar tanto en la población como en el Ejecutivo autonómico, liderado por Fernando Clavijo (Coalición Canaria), quienes se sienten abandonados ante una crisis que desborda sus capacidades.

El director ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, expresó su "preocupación" por la situación en Canarias durante una comparecencia en el Parlamento Europeo. Señaló que el despliegue de los 60 agentes actualmente destinados a la región se limita a labores administrativas, como la identificación de inmigrantes y la toma de huellas dactilares. Leijtens aclaró que la agencia está dispuesta a enviar más efectivos, pero que todo depende de una petición formal por parte del Gobierno español, algo que hasta ahora no ha sucedido. Esta declaración dejó claro que, aunque la ruta canaria siga registrando cifras alarmantes, la responsabilidad de solicitar refuerzos recae exclusivamente en España.

El enfado en el gobierno regional es palpable. Cristina Valido, diputada de Coalición Canaria, ya ha registrado una pregunta formal para que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, explique por qué no se ha solicitado más apoyo. En su intervención, Valido subrayó la necesidad de una "política de altura" para gestionar la crisis migratoria y evitar que el archipiélago continúe soportando una carga tan desmesurada sin los recursos necesarios. Sin embargo, hasta la fecha, el Gobierno central ha evitado dar respuestas claras sobre su relación con Frontex y la falta de una solicitud de apoyo adicional.

El caso de Finlandia, citado por Leijtens, es un ejemplo de la rapidez con la que Frontex puede actuar si recibe una petición oficial. En noviembre de 2023, cuando el país nórdico detectó un aumento de inmigrantes procedentes de Rusia, solicitó refuerzos a la agencia y, en tres días, ya contaba con el personal adicional necesario. Sin embargo, en el caso de Canarias, el Gobierno español parece optar por otra estrategia, manteniendo a Frontex limitado a tareas administrativas y sin aprovechar su potencial operativo.

En este contexto, la preocupación se agrava por la falta de acuerdos específicos de la Unión Europea con países como Gambia, Mauritania y Senegal, desde donde parten la mayoría de las embarcaciones que llegan a las costas canarias. Esta ausencia de colaboración internacional dificulta frenar el flujo migratorio desde su origen, dejando a las islas en una situación cada vez más insostenible.

Por su parte, las misiones de Frontex en España se reparten entre varias operaciones, como Indalo en el Mediterráneo occidental, que vigila las costas de Marruecos y España, y Minerva, que solo se activa en los meses de verano para controlar el Paso del Estrecho. Sin embargo, en Canarias, los 60 efectivos asignados permanecen mayoritariamente en tareas administrativas, algo que ha sido motivo de críticas tanto dentro como fuera del archipiélago.

A medida que se acerca el otoño, con condiciones marítimas más favorables para la navegación, las previsiones apuntan a que la presión migratoria en Canarias continuará en aumento. Mientras tanto, el Ejecutivo de Pedro Sánchez parece mantener su decisión de no recurrir a Frontex para ampliar la asistencia operativa, una postura que sigue generando tensión entre las administraciones implicadas.

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