Farolas y promesas apagadas: el descontento crece en Teguise
PJ
En el municipio de Teguise, la gestión del alumbrado público se ha convertido en un foco de críticas y malestar vecinal. Lo que en principio fue una promesa clave del grupo de gobierno local, liderado por la Coalición Canaria (CC), el Partido Popular (PP) y un exconcejal de Vox( transfuga), parece haberse desvanecido en la oscuridad. Así lo denuncia el Comité Local de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc), que ha mostrado su profunda preocupación por lo que consideran una actitud de desidia y falta de compromiso con los servicios públicos básicos.
Fernando Jiménez, concejal canarista, ha puesto voz al descontento generalizado que se vive en Teguise, particularmente en el pueblo de Caleta de Caballo, donde los vecinos se encontraron sin iluminación en plenas fiestas populares. Este incidente, según Jiménez, no es un hecho aislado, sino el reflejo de una deficiente planificación e inversión en el alumbrado público por parte del grupo de gobierno. Una situación que contrasta, además, con las promesas iniciales de la alcaldesa Olivia Duque, quien había asegurado que la mejora de las farolas y aceras sería una prioridad.
La falta de iluminación en varias localizaciones del municipio, unida al mal estado de las aceras, parques infantiles obsoletos y descuidados, y jardines en proceso de deterioro, es solo la punta del iceberg de lo que los canaristas consideran un "desorden en la gestión". A todo esto se suma la nula política medioambiental en zonas protegidas como El Jable, y el abandono de las infraestructuras de los colegios públicos, que siguen esperando mejoras que no llegan.
Jiménez también subraya la persistente escasez de personal en el área de Derechos Sociales, lo que deja sin la atención adecuada a miles de personas dependientes en el municipio. En sus palabras, "Teguise sigue gobernado por los mismos desde hace 15 años, pero en vez de avanzar, retrocede en aspectos básicos".
Para Nueva Canarias, la situación actual en Teguise es insostenible y requiere una urgente reestructuración en la gestión municipal. Mientras tanto, los vecinos continúan lidiando con las consecuencias de un gobierno que, según los canaristas, ha perdido su rumbo.