lunes, 16 septiembre 2024

Illa en La Mareta, Canarias en la cola: las prioridades de Sánchez al descubierto

Foto. Elpejeverde.com. Paseo este pasado fin de semana  del el matrimonio Sanchez y Gomez junto a Illa por Plaza de Haría

PJ

En el apacible entorno de La Mareta, una residencia oficial situada en Lanzarote y tradicionalmente utilizada por los altos cargos del Estado para disfrutar de sus vacaciones, se ha desatado lo que algunos consideran una polémica. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por invitar al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para pasar unos días de descanso en esta residencia, un gesto que ha sido duramente criticado por el Gobierno canario, que lo ha calificado de "escándalo".

Mientras Sánchez disfruta del sol de Canarias junto a Illa, acompañado por figuras del PSOE como José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la  expresidenta del Cabildo de Lanzarote, Loli Corujo, el presidente canario, Fernando Clavijo, sigue esperando una llamada que no llega. La situación es tanto más hiriente porque Clavijo lleva meses solicitando una reunión oficial con Sánchez para abordar una cuestión que para Canarias se ha vuelto insostenible: la crisis migratoria.

 

Desde enero de este año, más de 22.000 inmigrantes irregulares han llegado a las costas canarias, un aumento alarmante del 126,1% en comparación con el mismo período del año anterior. Este flujo migratorio descontrolado ha generado una situación de emergencia en el archipiélago, donde se estima que más de 5.000 menores no acompañados, conocidos como 'menas', se encuentran hacinados en 81 centros, muchos de ellos en condiciones deplorables. La capacidad de acogida de las islas está desbordada y las autoridades locales advierten que la situación podría colapsar en septiembre si no se toman medidas urgentes.

"Estamos sobrepasados", señalan desde el Gobierno canario. La realidad es que, mientras los inmigrantes que siguen llegando son alojados en carpas improvisadas, Clavijo se enfrenta a la indiferencia de Moncloa. No ha habido ni una sola conversación telefónica con Sánchez desde septiembre de 2018, lo que ha enfriado las relaciones entre ambos mandatarios hasta un punto que muchos describen como "frío y cortante".

El contraste entre la acogida que Sánchez ha brindado a Illa en La Mareta y su silencio hacia Clavijo ha sido la gota que ha colmado el vaso para el Ejecutivo canario. Desde Canarias, se espera un mayor compromiso por parte del Gobierno central, especialmente en lo que respecta a la asignación de recursos para gestionar una crisis que ya ha alcanzado proporciones dramáticas.

En septiembre, según auguran las autoridades canarias, la situación podría "reventar", lo que no solo pondría en riesgo la estabilidad social en las islas, sino que también podría desencadenar un conflicto político de mayor envergadura entre Canarias y el Gobierno central.

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