lunes, 16 septiembre 2024

La Geria combina tradición y turismo en una fiesta que honra su patrimonio vitivinícola

PJ

En un rincón único de Lanzarote, donde la tierra volcánica se entrelaza con la historia, La Geria se convierte cada 15 de agosto en un vibrante testimonio de su propio legado. Este año no fue la excepción, y cientos de residentes y turistas se congregaron para participar en la vendimia tradicional, un evento que no solo celebra la cosecha de la uva, sino que revive el alma de una cultura forjada en el esfuerzo y la perseverancia.

El sol de la mañana iluminaba los contornos de Bodega La Geria, mientras Blanca y Micaela, las dos camellas protagonistas, se preparaban para iniciar el ritual que antaño era esencial en la vida agrícola de Lanzarote. Los visitantes, armados con sombreros de paja y cámaras, descendieron con entusiasmo hacia las fincas contiguas, donde la uva, recogida a mano, era depositada en cajas que luego se pesaban cuidadosamente antes de ser llevadas al antiguo lagar para su pisado. Este proceso, que antaño demandaba el esfuerzo conjunto de familias enteras, hoy se presenta como un espectáculo didáctico que mantiene viva la memoria de un tiempo donde la tecnología aún no había llegado a simplificar la ardua labor de la vendimia.

“Es muy interesante, es algo típico y tradicional de la Isla que debéis representar vosotros para los que somos de fuera lo podamos ver”, comentaba fascinada una turista proveniente de la Península, sintetizando el sentir general de los presentes que, a través de esta experiencia, lograban conectarse con las raíces profundas de Lanzarote.

El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, fue una de las voces que destacó la importancia del camello en la historia agrícola de la isla. “La Geria es el mejor ejemplo de trabajo, ingenio y solidaridad, pero no podemos olvidar que el hombre tuvo en el camello su mejor aliado, una figura imprescindible en el renacer de la agricultura, en los trabajos de labranza y en la recogida de la uva en la Isla”, afirmó Noda, recordando que este animal no solo fue una herramienta de trabajo, sino un compañero esencial en la construcción del paisaje que hoy es protegido y admirado.

Acompañando esta reflexión, el concejal de Cultura y Turismo de Yaiza, Daniel Medina, subrayó que el esfuerzo de los viticultores y bodegueros de La Geria no solo honra a Lanzarote, sino que también proyecta su nombre a nivel internacional, destacando la calidad de sus vinos, reconocidos en certámenes de prestigio.

La celebración continuó con la música tradicional de la parranda El Golpito, que puso la banda sonora a una mañana cargada de nostalgia y orgullo. Ya por la tarde, tras la misa en la ermita de La Geria, la Agrupación Folklórica Rubicón de Yaiza ofreció su emotiva ofrenda a la Virgen de La Caridad. Con sus cuerpos de toque y baile, los miembros del grupo transmitieron un mensaje de esperanza y gratitud, pidiendo especialmente por lluvias que prometan cosechas más generosas en un futuro que, como el pasado, será construido a fuerza de trabajo y colaboración.

Este día de vendimia no fue solo una celebración, sino un recordatorio de que la identidad de Lanzarote, y de La Geria en particular, se nutre de la memoria y del presente, en un diálogo constante que reafirma la importancia de valorar lo que se ha heredado para construir un futuro aún más prometedor.

 

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