La hipocresía de CC y PP: aceptan apoyo de tránsfuga en Teguise tras criticarlo en Lanzarote
S.Calleja
La política es, o debería ser, una arena de principios y convicciones firmes, donde las decisiones se tomen basadas en valores y no en conveniencias temporales. Sin embargo, en Teguise, la realidad parece distorsionarse bajo el peso del pragmatismo y la hipocresía. Olivia Duque (CC) y Rita Hernández (PP) se encuentran ahora en una posición que anteriormente criticaron vehementemente: aceptar el apoyo de un tránsfuga.
Nueva Canarias (NC) se adelantó a los acontecimientos al pedir al Gobierno de La Villa que destituyera al concejal de Vox por la insolidaridad mostrada hacia Canarias en el tema del reparto de menores inmigrantes. Belén Machín, máxima responsable del Comité Local de NC, ha mantenido una postura clara: están dispuestos a colaborar y ayudar a garantizar la estabilidad de Teguise, pero sin renunciar a sus principios.
NC ha sido consistente en su postura, enfatizando que la representación fiel a los votantes y la capacidad de tomar decisiones significativas son prioritarias. No buscan "sillones" ni posiciones de poder sin sustancia; buscan cambiar las cosas para mejor en Teguise.
Primero Teguise se enfrenta a una situación similar. Vetados por el PP debido a la historia de uno de sus miembros, Álvarez, siguen ofreciendo su apoyo en aras de la responsabilidad y la estabilidad del municipio. Álvarez y su equipo han dejado claro que no pueden ponerse de perfil en la situación actual de Teguise, y están dispuestos a entrar en el gobierno si es necesario para el bien común.
Lo que resulta profundamente inquietante es la hipocresía evidente de CC y PP. Ambos partidos criticaron duramente el caso de tránsfuga de Sosa en el Cabildo de Lanzarote, aceptado sin rubor por PSOE y Podemos. Sin embargo, ahora parecen dispuestos a aceptar una situación similar en Teguise. Este doble rasero no solo socava la confianza del público en la integridad de estos partidos, sino que también pone en peligro la estabilidad política basada en principios sólidos.
Aceptar el apoyo de un tránsfuga no es solo una cuestión de estrategia política; es una cuestión de ética y coherencia. Los partidos deben ser consistentes en sus valores y prácticas, o de lo contrario, perderán la confianza y el respeto de los ciudadanos. La estabilidad no puede comprarse a costa de la integridad.
Olivia Duque y Rita Hernández deben recordar sus propias críticas y mantenerse fieles a sus principios. La política no debe ser un juego de conveniencias, sino un ejercicio de responsabilidad y servicio público. La situación actual en Teguise es una prueba de fuego para estos líderes: ¿seguirán el camino fácil de la conveniencia, o demostrarán la fortaleza de sus convicciones manteniéndose firmes contra el tránsfuguismo?