¿Ley de Protección Animal ignorada?: perros de caza sufren en condiciones Inhumanas en Lanzarote
Foto de ADEMAL
S. Calleja
En las redes sociales(Facebook), la Asociación para la Defensa contra el Maltrato Animal Lanzarote (ADEMAL) ha publicado hace unas horas una denuncia que conmociona y alerta a la comunidad sensible con los animales domésticos. "En un pequeño valle en Uga, el sufrimiento de varios perros es evidente y desgarrador", versa el escrito. "El ladrido de un perro, amortiguado y desesperado, resuena como un grito de auxilio", continúan. Este perrito, encadenado y encerrado, y vive sobre sus propias heces, rodeado de compañeros de cautiverio que también sufren al sol, inmovilizados en condiciones deplorables.
ADEMAL ha decidido hacer pública esta situación con la esperanza de movilizar a la población y presionar al Ayuntamiento de Yaiza para que actúe. La asociación subraya la necesidad de visibilidad y presión pública para que se tomen medidas inmediatas y efectivas contra el maltrato animal en la isla.
La legislación vigente en España, a través de la Ley de Protección Animal, prohíbe explícitamente el maltrato y la negligencia hacia los animales, incluyendo los perros de caza. Según esta ley, los animales deben ser mantenidos en condiciones que garanticen su bienestar y salud, incluyendo un alojamiento adecuado, acceso a agua y comida, y la posibilidad de moverse libremente. El incumplimiento de estas normativas puede conllevar sanciones severas, que van desde multas hasta la inhabilitación para la tenencia de animales.
Además, en 2019 se aprobó la Ley de Bienestar Animal en Canarias, que refuerza estas disposiciones, asegurando que ningún animal puede ser mantenido en condiciones que comprometan su salud física y psicológica. Sin embargo, a pesar de estas leyes, la realidad en Uga demuestra que su implementación y vigilancia aún son deficientes.
El post de ADEMAL no especifica el lugar exacto donde se encuentran estos animales, probablemente para protegerlos de posibles represalias y facilitar una intervención segura por parte de las autoridades competentes. Esta situación no es aislada y refleja un problema mayor de cumplimiento y ejecución de las leyes de bienestar animal en la región.
El bienestar de los animales es una responsabilidad compartida y una medida del progreso y la humanidad de una sociedad. La visibilidad y la presión pública pueden ser herramientas poderosas para catalizar el cambio y asegurar que todos los seres vivos sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen.