Acusan al alcalde de Tías de ignorar el patrimonio por nueva obra en el Fondeadero
PJ
La construcción apresurada de una nueva caseta de gas para el restaurante escuela del Fondeadero ha generado un intenso debate sobre la gestión del patrimonio, el uso del dinero público y la legalidad de las obras públicas.
Amado Vizcaíno, portavoz del grupo de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Tías, ha sido la voz principal en alzar la bandera contra lo que considera una serie de acciones imprudentes por parte del gobierno local. Acusa al alcalde de ignorar las directrices de Patrimonio y de jugar con los recursos de los ciudadanos, poniendo en riesgo no solo la estética y la historia del lugar sino también la legalidad de las obras emprendidas.
La controversia surge en torno a la instalación de una caseta de gas en un nuevo emplazamiento del Fondeadero, considerado por muchos un edificio emblemático de Tías. Según Vizcaíno, esta decisión no solo es innecesaria, dado que ya existía una estructura adecuada, sino que también convierte el edificio en lo que los vecinos han denominado una "jaula", afectando negativamente la imagen del pueblo y restringiendo el uso de espacios públicos.
El fraccionamiento de la obra en tres contratos menores, una práctica admitida por una concejal y que Vizcaíno señala como ilegal bajo la ley de contratos del sector público, añade una capa adicional de controversia. El portavoz nacionalista ha pedido transparencia, solicitando la licencia de obra y los detalles de los contratos adjudicados, para esclarecer las dudas sobre la gestión y la adjudicación discrecional de las obras.
Esta situación pone de relieve los retos a los que se enfrentan las localidades al tratar de equilibrar el desarrollo y la preservación del patrimonio. El debate en Tías es un claro ejemplo de cómo las decisiones urbanísticas pueden convertirse en un campo de batalla entre la modernización y la conservación, la legalidad y la gestión de los recursos públicos.