La inacción costosa: El desperdicio de agua en Lanzarote, una realidad que no podemos ignorar

Escape de agua desde ayer en Teguise

S. Calleja

Lanzarote, una isla  que combate la aridez con su belleza, se enfrenta a un desafío que roza la irresponsabilidad: el desperdicio de agua. Y este caso, ocurrido en la Calle Guayadeque del pueblo de Teguise, se convierte en el espejo de una gestión que deja mucho que desear.

Desde ayer a las 16:00 horas, un escape de agua brota sin cesar. Los residentes, conscientes de la gravedad del asunto, no tardaron en llamar a Canal Gestión Lanzarote, la empresa responsable del recurso más precioso en una isla que vive al límite de su capacidad hídrica. La Policía Local de Teguise también fue alertada y procedió a hacer lo mismo. La empresa, por su parte, reconoce ambas llamadas pero, increíblemente, a esta hora, 8:35 de la mañana del 4 de septiembre, el agua sigue manando.

Este episodio nos coloca ante un cuadro de inacción que podría cuestionar la eficacia de Canal Gestión Lanzarote y de las instituciones encargadas de supervisarla. ¿Cuántas millas de litros se han perdido en estas largas horas? ¿Cuántos cultivos podrían haberse regado, cuánta gente podría haber tenido acceso a este recurso tan necesario?

En una isla donde cada gota cuenta, este tipo de incidentes son más que un inconveniente técnico; son una afrenta a la sostenibilidad y al sentido común. Y esta no es la primera vez que sucede. Los residentes han denunciado episodios similares en múltiples ocasiones que reflejan un sistema con fallas estructurales y una cultura corporativa que parece ignorar la gravedad del asunto.

La gestión del agua es una responsabilidad compartida, pero cuando los encargados de esa gestión fallan, es deber de la comunidad y los medios de comunicación alzar la voz. Lanzarote no puede permitirse el lujo de perder agua mientras los responsables se toman su tiempo para actuar.

 Es hora de que aquellos con el poder de hacer cambios actúen con la urgencia que esta situación crítica merece.