Un momento histórico

 

Comprometida y emocionada. Así me he sentido hoy al participar en el acto de Constitución de la Cámara baja, convertida ya en una de los 350 diputados y diputadas del nuevo Congreso.

 

Es difícil expresar el vértigo del viaje que me ha llevado desde esa pequeña isla en medio del Atlántico llamada Lanzarote donde nací y crecí, hasta el lugar en el que se edifica el futuro de nuestra gente, de nuestro pueblo, de todo el país.

La responsabilidad es enorme pero la asumo en su totalidad, con el orgullo de ser mujer y socialista, con mis valores y convicciones, que me hacen ser lo que soy y sostienen mi vocación de servicio público y mis ganas de participar en una España de progreso.

Esta XIII Legislatura bajo la presidencia de Pedro Sánchez va a ser fundamental para avanzar en la consolidación legal de derechos largamente postergados, que la ciudadanía reclama y que deben ser atendidos: la libre elección de una muerte digna, la igualdad de la mujer en salarios y en proyección profesional, el endurecimiento de las penas por agresión sexual o la lucha contra el cambio climático a través de una apuesta decidida por las energías renovables.

También en la agenda, los Pactos de Estado que garanticen las medidas de prevención de la violencia de género o una ley educativa eficaz ,que construya ciudadanía y no mano de obra y que funcione como herramienta para la igualdad de oportunidades.

Y, por supuesto, las ayudas a un sector turístico que evolucione como motor de sostenibilidad, tanto en lo relativo al medio ambiente como en el ámbito laboral: un destino de calidad es aquel cuyos trabajadores y trabajadoras disfrutan de bienestar.

Y lo vamos a hacer juntos, desde la política y la sociedad, pues solo así es posible el avance.

Hoy soy la única parlamentaria del Congreso de los Diputados nacida en esa pequeña isla canaria de nombre Lanzarote. Y con toda la humildad pero también con todas mis fuerzas, voy a trabajar para mejorar la vida de nuestro pueblo, de nuestra gente, de nuestro país, que es en definitiva, la España que queremos.

 

Ariagona González