Sanidad: solo un problema de los pobres
Por Carlos Meca Consejero de Podemos en el Cabildo de Lanzarote
El pasado sábado, 5.000 personas salimos a la calle para expresar nuestra indignación por el hecho de que Lanzarote carezca de un servicio de radioterapia. Al final de la marcha, la portavoz de AFOL, en la puerta del Cabildo, compartió la rabia y la impotencia que produce escuchar las excusas que el Gobierno de Canarias lleva años tirándonos a la cara “como si fuéramos niños que se contentan con un “sí, lo haremos” o un “no podemos, no hay dinero”, dijo Carmen Arrocha.
Para un consejero del Cabildo de Lanzarote resulta especialmente insoportable escuchar ese “no hay dinero” en estos precisos momentos en los que, en unos días, comenzarán a discutirse unos presupuestos del Cabildo para este año que han sido presentados como “los mayores de la historia”. Y así es, es el mayor presupuesto de la historia del Cabildo Insular con más de 183 millones de euros gracias a los 38 millones de euros presupuestados que proceden de los famosos fondos del Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN), un total de 1.600 millones de euros en diez años que el Gobierno de Canarias decidió que no pudieran destinarse a Sanidad ni Educación.
En el estudio de AFOL sobre el interés / coste de la implantación de un servicio de radioterapia en la isla, el coste de la construcción del búnker y de la instalación de los equipos necesarios ronda los 2,8 millones de euros a los que, evidentemente, habría que añadir el coste del personal necesario para su puesta en funcionamiento. Citaré solo algunos de los proyectos que el Cabildo piensa financiar con los fondos del FDCAN en los próximos años:
Piscina olímpica insular: 3 millones de euros
Adecuación del Museo de Arte Contemporáneo de Arrecife: 4,4 millones de euros
Centro náutico La Fermina: 4,5 millones de euros
Vía ciclista: 5,1 millones de euros
Mejora movilidad en espacios turísticos: 5,2 millones de euros
Rehabilitación de espacios de uso turístico: 5,8 millones de euros
Proyecto Smart Island (nuevas tecnologías vinculadas al turismo): 7,2 millones de euros
Infraestructuras de dinamización turística: 7,5 millones de euros
Plan Insular de Zonas Comerciales Abiertas: 25 millones de euros
Sobra decir que posiblemente todos estos proyectos serán muy interesantes para la isla, pero ponerlos encima de la mesa sin tener resueltas las necesidades básicas de la población (y una unidad de radioterapia lo es) y alegando, cuando no es cierto, que faltan recursos económicos, en un insulto para los ciudadanos y, en última instancia, es un síntoma de que vivimos en una sociedad enferma.
Por supuesto, de fondo se encuentran otras cuestiones, como denunció la portavoz de AFOL el pasado sábado. Principalmente, el proceso de privatización de la sanidad, que nuestro gobierno regional empuja para que avancemos hacia un modelo, que ya existe en otros países, donde solo pueda ser atendido por un médico quien tenga el dinero para pagárselo. “¿Les parece poco los 34 millones de euros que se han gastado en la sanidad privada?”, retumbó en las puertas del Cabildo.
Pero en el fondo del fondo, en lo más profundo del problema, se encuentra un elemento que ya señalamos en junio de 2015, cuando tomamos posesión como consejeros del Cabildo. No es un problema de dinero. Es un problema de ceguera. ¿Qué sensibilidad va a tener un diputado del parlamento canario que cobra 7.500 euros al mes? ¿Qué visión puede tener quien sabe que si él/ella o alguien cercano se encuentra con una enfermedad grave podrá acudir inmediatamente a los mejores hospitales privados? ¿Qué postura van a defender quienes apuestan por privatizar la sanidad para que unos pocos (incluidos ellos, claro) hagan negocio con el sufrimiento de la mayoría? ¿Qué les puede importar a ellos solucionar un problema que es solo de los pobres?