lunes, 31 marzo 2025

Cristina Duque exige “cordones sanitarios” olvidando Pamplona, Colmenar y Waterloo

Pejeverde

El PSOE de Lanzarote ha denunciado con firmeza lo que califica como una “estrategia sistemática” de Coalición Canaria (CC) para “abrazarse a la extrema derecha donde sea y cuando sea con tal de retener el poder”. La crítica se produce tras el acuerdo alcanzado en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, donde CC, junto al Partido Popular y Vox, ha arrebatado la Alcaldía al Partido Socialista.

Cristina Duque, portavoz de la Ejecutiva Insular del PSOE, no ha escatimado en contundencia:

“Coalición Canaria ha dejado claro que su único límite es el poder. Se han abrazado a la extrema derecha sin pudor, y lo que ha pasado en Granadilla no es un hecho aislado, es una estrategia. Lo han hecho en Arona, en Teguise y ahora en Granadilla. Lo harán también en Lanzarote si les salen los números”.

Para los socialistas lanzaroteños, estos acuerdos evidencian un proyecto político que se aleja del centro que proclama y se aproxima a posturas ultraconservadoras. Duque advirtió que CC está “blanqueando el discurso del odio” al pactar con Vox y que “quien pacta con la extrema derecha no es un muro de contención, es una vía de entrada”.

Pactos en espejo

Sin embargo, la indignación del PSOE se enfrenta a una dificultad creciente: la realidad de sus propios pactos en distintos puntos del país. En los últimos meses, los socialistas han sido protagonistas o partícipes de acuerdos que, por su naturaleza, también han generado polémica y debate interno.

Uno de los casos más recientes se dio en Colmenar Viejo (Madrid), donde el gobierno local de PP y Vox consiguió sacar adelante los presupuestos de 2025 gracias al apoyo del PSOE.

En Pamplona, una moción de censura presentada en diciembre de 2023 permitió a EH Bildu hacerse con la alcaldía con el respaldo del PSN-PSOE.

Y en clave estatal, el PSOE ha cerrado acuerdos de investidura con formaciones independentistas como ERC y Junts para asegurar la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Memoria política selectiva

Las declaraciones del PSOE lanzaroteño, firmes en la defensa de un proyecto progresista para la isla, contrastan con una práctica política nacional en la que el pragmatismo ha ido ganando terreno frente a las líneas rojas ideológicas. La crítica a Coalición Canaria por “alinearse con Vox” es legítima desde la óptica socialista. Pero la credibilidad del reproche se debilita cuando el mismo partido ha pactado con fuerzas como Bildu, Junts o incluso ha apoyado gobiernos de PP y Vox en el ámbito municipal.

“Lanzarote no merece un gobierno sostenido por la ultraderecha”, sentenció Duque. Pero en el tablero político actual, donde cada formación busca sumar para gobernar, el concepto de "ultraderecha" parece depender cada vez más del lado del tablero en que se juegue.

 

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