Lanzarote será la primera isla con una ordenanza propia para energías renovables
Pejeverde
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha dejado claro que será la isla quien decida dónde y cómo se implantan las energías renovables en su territorio. Durante su comparecencia en el pleno insular, Betancort reafirmó la postura del Cabildo frente a proyectos como Magec I y Tías I y rechazó cualquier intento del Gobierno de Canarias de imponer infraestructuras sin el visto bueno de las instituciones locales.
“La introducción de energía sostenible debe respetar nuestro paisaje y nuestra singularidad”, defendió el presidente, subrayando que la conciencia ambiental de Lanzarote es distinta a la de otras islas del archipiélago. Con la puesta en marcha de una ordenanza insular para regular la instalación de plantas fotovoltaicas y eólicas en suelo rústico, Lanzarote se posiciona como la primera isla de Canarias en establecer una planificación energética propia.
Magec I, caducado; Tías I, en trámites
Betancort informó de que el proyecto Magec I ha quedado caducado desde el 1 de enero de 2025 debido al vencimiento de plazos y a la falta de información del promotor. Desde 2021, el Cabildo se opuso a su declaración de Interés Público y Social (IPS) y un informe de Biodiversidad cuestionó el impacto ambiental del proyecto. Sin la documentación requerida, el expediente quedó cerrado.
En cuanto a Tías I, el proceso sigue su curso administrativo. Se ha cumplido la fase de información pública y recogida de alegaciones, mientras que la reciente publicación en el BOE responde a trámites ordinarios del promotor.
El Cabildo rechaza la imposición del Gobierno de Canarias
Uno de los puntos más contundentes de la intervención de Betancort fue el rechazo frontal del Cabildo a la declaración de “6bis” tramitada por el Gobierno regional para facilitar la implantación de energías renovables sin contar con la ordenación territorial insular. “Nos opusimos radicalmente porque primero están los intereses de Lanzarote y La Graciosa”, subrayó el presidente.
La posición del Cabildo es clara: serán las instituciones insulares quienes definirán qué suelos se destinan a la producción de energías limpias. La futura ordenanza insular servirá para establecer criterios que permitan desarrollar infraestructuras renovables sin comprometer el entorno ni el paisaje de la isla.
Una normativa pionera en Canarias
Betancort destacó que Lanzarote será la primera isla del archipiélago en contar con una normativa específica para ordenar la implantación de energías renovables. La ordenanza, actualmente en fase avanzada, será presentada próximamente ante el Órgano Ambiental y posteriormente sometida a exposición pública para que los ciudadanos puedan presentar alegaciones.
El objetivo de esta normativa es restringir la instalación de infraestructuras fotovoltaicas y eólicas a suelo rústico residual sin protección ambiental, evitando que el desarrollo de las renovables impacte en áreas sensibles o modifique el paisaje de la isla de forma descontrolada.
Con esta estrategia, el Cabildo quiere garantizar que la transición energética en Lanzarote se haga con criterios propios y no bajo decisiones impuestas desde fuera. “Será Lanzarote quien decida en qué suelos irán implantadas las energías renovables en nuestro territorio”, sentenció Betancort.