Un nuevo nacionalismo toma forma: el BNR inicia su camino independiente
Pejeverde
Anoche se marcó un antes y un después en la historia del nacionalismo canario. En un abarrotado Teatro Consistorial de Gáldar, el Bloque Nacionalista Rural (BNR) selló su desvinculación de Nueva Canarias (NC) con una votación unánime, aplastante y simbólica. La decisión, que llevaba tiempo gestándose, confirma una ruptura inevitable con una dirección de NC que se ha mostrado obsoleta y ajena a los cambios necesarios para evolucionar.
El acto, cargado de emoción y determinación, estuvo liderado por Teodoro Sosa, quien dejó claro que el BNR no se aparta de su ideario nacionalista, progresista y municipalista. "No hemos cambiado, somos los mismos", sentenció Sosa, al tiempo que anunciaba la construcción de un nuevo partido político. La gran cantidad de afiliados presentes, junto con alcaldes y representantes de múltiples asambleas locales, reflejó la amplitud del respaldo a esta nueva etapa.
Si bien no se pronunciaron nombres en la mesa del evento, la crítica hacia la dirección de NC fue evidente. "Lo único que pedíamos era renovación, que dieran un paso a un lado para que otros se incorporaran", argumentó Sosa, evidenciando la principal causa de la fractura. Sin embargo, en lugar de abrirse a una transición generacional, desde NC primó "el ego frente al bien de la colectividad". Las mociones de censura contra los alcaldes de San Mateo, Guía y Agaete fueron la gota que colmó el vaso, consolidando la certeza de que el vínculo con NC ya no tenía sentido.
El BNR ha construido su fuerza sobre el contacto directo con la ciudadanía, recorriendo los barrios, trabajando con la gente y conquistando el voto popular que ha sostenido a NC en el poder. Con esta separación, dejan claro que los liderazgos arcaicos y resistentes al cambio no tendrán cabida en su nuevo proyecto político.
"Hoy en Gáldar el BNR se desconecta de NC", proclamó Sosa, sin dejar lugar a interpretaciones. A pesar de este giro, aseguró que seguirá siendo vicepresidente de Antonio Morales en el Cabildo de Gran Canaria y dejó abierta la puerta a futuras alianzas sin comprometer su independencia política. De hecho, Jaime Hernández, líder de la asamblea de Firgas, reveló la ambición de Sosa de convertirse en el próximo presidente insular.
La emoción del momento también se vio reflejada en las palabras de otros líderes del nuevo proyecto, como Raúl García Brink, Jesús González, Óscar Hernández, Pedro Rodríguez, Francisco Atta, Pilar Mendoza y Francisco Perera. Todos coincidieron en que el BNR inicia una etapa llena de ilusión y compromiso con una isla "más justa y sostenible", en línea con la visión de Antonio Morales.
La escisión del BNR no es solo un golpe para NC, sino un recordatorio de que la política exige evolución. La negativa de NC a modernizar su liderazgo ha sido su gran error, y ahora enfrenta las consecuencias de su rigidez. El BNR, con una estructura renovada y una base consolidada, avanza con la confianza de que el futuro del nacionalismo progresista en Canarias tiene aún mucho por construir.