Ángel Víctor Torres contraataca: desafía a Feijóo y Ayuso a comparecer por gestión de pandemia
PJ
En un clima de tensión política y sospechas de corrupción, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, se encuentra en el centro de una controversia que se extiende más allá de las fronteras insulares de Canarias. La adquisición de mascarillas durante los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19 ha generado un torbellino de acusaciones, investigaciones judiciales y declaraciones cruzadas que ahora alcanzan las más altas esferas de la política española.
Torres, quien también ocupó la presidencia del Gobierno de Canarias durante la pandemia, ha sido categórico en su defensa ante las acusaciones de haber intervenido en favor de la empresa Soluciones de Gestión, implicada en la provisión de material sanitario a precios cuestionados. "Ni hubo indicaciones a mí, porque no las hubiera aceptado, ni hubo ninguna orden por mi parte para que se contratara en ningún caso con ninguna empresa durante la época de la pandemia", declaró con firmeza en una rueda de prensa reciente.
La sombra de la duda se extendió cuando el Partido Popular anunció su intención de llamar a Torres a declarar en la comisión de investigación sobre el caso Koldo, así nombrado por las declaraciones de Koldo García, quien inicialmente implicó a Torres en las negociaciones para la adquisición de mascarillas. Aunque García matizó sus declaraciones posteriores, el daño político ya estaba en marcha.
El ministro Torres no solo ha rechazado cualquier implicación sino que también ha lanzado un desafío directo a otras figuras políticas, incluidos Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, sugiriendo que si él debe comparecer ante el Senado, ellos también deberían hacerlo por sus roles durante la pandemia.
Este episodio destaca no solo las complejidades de la gestión de crisis sanitarias sino también cómo estas situaciones pueden ser aprovechadas para ajustes de cuentas políticas. El contraste en los precios de las mascarillas entre Canarias y otras comunidades autónomas es presentado por Torres como evidencia de una gestión eficaz, a pesar de las sombras que ahora se cernen sobre su administración.
La política y la justicia parecen entrelazarse de manera indisoluble en este caso, con la pandemia sirviendo de telón de fondo para una batalla que se libra tanto en los juzgados como en la opinión pública. Mientras Torres se defiende de las acusaciones y reta a sus detractores a seguir su ejemplo de transparencia, el caso Koldo continúa desarrollándose, prometiendo más capítulos en esta saga de mascarillas, poder y política.