EL GOBIERNO CANARIO JUNTO CON EL CABILDO DE LANZAROTE PREPARA LA "ERRADICACIÓN" EN EL RISCO DE FAMARA DE DECENAS DE CABRAS Y OTROS MAMÍFEROS
FOTO ELPEJEVERDE.COM. CABRA ASILVESTRADA EN EL RISCO DE FAMARA
ELPEJEVERDE
La matanza a tiros ejecutada por el Cabildo de Gran Canaria en 2016 para acabar con las cabras asilvestradas podría repetirse esta vez en la isla de Lanzarote. Aún se desconoce la fecha y el lugar concreto en donde intervendrán.
En una apañada se reune al ganado de costa, que es aquel ganado que pasta libremente en estado semisalvaje. Las apañadas se pueden realizar por diferentes motivos: comprobar el estado del ganado, capar a los machos jóvenes y escoger a algunos para su consumo, ahijar y marcar a las crías, repartiendo a cada ganadero las que le corresponden.
Un amplio sector animalista de la isla de lanzarote ya está preparando movilizaciones por si el sistema utilizado por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Lanzarote sean las armas de fuego.
En concreto, las batidas con rifles de largo alcance realizadas durante el 2016 en Gran Canaria en los espacios naturales de Inagua, Guguy y Tamadaba, que se saldaron con la muerte de 73 animales, provocaron un amplio rechazo de la población de aquella isla.
En total, los tiradores profesionales de la Península contratados por el gobierno Tripartito (Podemos-PSOE-NC) que presidía en aquellos años Antonio Morales para erradicar las poblaciones de ganado guanil en la Isla dieron muerte finalmente mediante disparos con armas de fuego a 213 ejemplares.
La matanza indiscriminada de estos animales, además de herir la sensibilidad de miles de personas, ha supuesto un elevado gasto de dinero público que bien podría haberse destinado a atender otras necesidades más urgentes de los ciudadanos de Gran Canaria", explicó en su dia un representante de los animalista en aquella isla.
Cabe recordar que la presión ciudadana y el desgaste político que la matanza de cabras supuso para el gobierno Tripartito hizo que el presidente Antonio Morales, con el único propósito de enterrar una polémica desfavorable a sus intereses políticos, diera marcha atrás y ordenara el cese de las batidas con armas de fuego una semana antes de lo previsto, autorizando además las apañadas –en un sorprendente cambio de criterio- como medida efectiva para el control del ganado guanil.