Bergaz y el arte de criticar sin mojarse: ¿Qué propone realmente?
Pejeverde
Tino, acuerdo y planificación. Una combinación que suena a fórmula mágica pero que, de la mano de Marcos Bergaz, parece más un truco barato de retórica que una propuesta seria. ¿Qué significa exactamente "tino"? ¿Será una invitación a jugárnosla al azar, como quien afina la puntería a ciegas? En Canarias, este término suele relacionarse con actuar con mesura y acierto, pero cuando se utiliza para llenar discursos vacíos, pierde todo sentido.
El diputado por Lanzarote y La Graciosa nos pide tino para establecer las "Zonas de Aceleración de las Renovables", una figura incluida en el Decreto Ley 5/2024 que busca agilizar los proyectos de energía limpia en el archipiélago. Hasta aquí, todo lógico. Sin embargo, la ambigüedad de sus palabras deja más preguntas que respuestas: ¿qué propone exactamente Bergaz? ¿Adónde quiere llegar con eso de "conciliar las renovables con el cuidado del paisaje"?
Es muy fácil lanzar el balón al tejado del Gobierno y exigir "tino" desde la bancada de la oposición. Lo difícil, señor Bergaz, es dar un paso al frente y proponer soluciones claras. ¿Dónde colocaría usted las plantas fotovoltaicas que rechaza el Cabildo? ¿Será que su "tino" se basa en un criterio ingenioso, o simplemente teme que sus ideas terminen siendo tan polémicas como las del Gobierno al que critica?
Lanzarote, con más del 40 % de su territorio protegido, no tiene espacio para la improvisación, pero tampoco para el inmovilismo disfrazado de discurso ambientalista. El objetivo del 58 % de penetración de renovables para 2030 no se logrará con peroratas sobre sensibilidad ecológica. Hacen falta mapas claros, estudios de impacto serios y proyectos definidos. De lo contrario, seguirán pasando los años y nuestras energías renovables seguirán relegadas a buenos deseos y burocracia ineficaz.
Lo más irónico es que el propio Bergaz reivindica "acordo y planificación para evitar polémicas". ¿Acaso se refiere a la polémica que surge cuando alguien toma decisiones valientes? Lanzarote no puede permitirse perder horas en frases bonitas ni en disputas entre administraciones. Necesitamos definir soluciones ya. Si la Ley del Cambio Climático en su versión inicial no funcionaba, lo lógico era revisarla. Pero criticar un Decreto Ley sin presentar alternativas es perder el tiempo.
El paisaje que tanto defiende Bergaz no se protege con ambigüedades, sino con ideas claras. ¿Qué espacios podrían albergar proyectos renovables sin afectar la identidad de la isla? ¿Sería capaz de proponerlos, o teme que su "tino" choque con los intereses de su propio partido o las asociaciones que lo respaldan? Porque, claro, es muy fácil exigir tino a los demás mientras se escapa del riesgo de equivocarse.
En su intervención, Bergaz emplaza a contar con todas las fuerzas políticas para lograr un consenso. Hermosa idea retórica, pero los consensos no empiezan con discursos vacíos. Empiezan con propuestas de peso sobre la mesa. ¿Por qué no aprovecha su posición para impulsar un mapa insular claro de Zonas de Aceleración de Renovables? Eso sería liderar. Eso sería tino.
La ironía es que los ciudadanos de Lanzarote probablemente estén menos preocupados por el debate político y más interesados en saber si tendremos la energía limpia que necesitamos para que la isla siga siendo un referente medioambiental. Mientras tanto, seguimos atascados en discusiones sobre el significado del "tino" en lugar de avanzar hacia un futuro sostenible.
Porque eso es lo que parece: una excusa. Una forma de evitar dar respuestas difíciles o asumir responsabilidades. Marcos Bergaz debería tener claro que las recetas básicas —como pedir tino y cuidado con el paisaje— ya no convencen a nadie. La pregunta real es: ¿está usted dispuesto a dar un paso adelante y convertir sus palabras en soluciones concretas?
Lanzarote no necesita titulares reciclados ni discursos grandilocuentes. Necesita acción. Acción y, sobre todo, propuestas que se enfrenten directamente al dilema de las renovables en nuestro territorio. Señor Bergaz, ¿nos dirá alguna vez cuál es su tino o seguiremos acumulando años de promesas que no llegan a nada?
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