Aeropuertos en Canarias: Tenerife avanza, Lanzarote se conforma con las migajas
Foto. Aeropuerto de Lanzarote. elpejeverde.com
S.Calleja
Las grandes promesas de inversión aeroportuaria en Canarias han quedado, una vez más, en un reparto desigual donde la balanza se inclina descaradamente hacia Tenerife. Mientras se anuncian con bombos y platillos los mil millones de euros para las ampliaciones de los aeropuertos de la comunidad, la realidad es que el grueso de la inversión se lo llevan Tenerife Sur y Tenerife Norte. Lanzarote, por su parte, se queda con una migaja ridícula, un castigo disfrazado de desarrollo.
Los anuncios grandilocuentes del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y del presidente de Aena, Maurici Lucena, parecen diseñados para vender humo antes que para garantizar mejoras equitativas en la conectividad del archipiélago. Se habla de “garantizar la movilidad de los ciudadanos y sus empresas”, pero cuando revisamos los números, la inequidad es alarmante: Tenerife Sur recibe 550 millones, Tenerife Norte 250 millones y Lanzarote apenas un fragmento de lo restante. ¿Dónde queda la equidad territorial?
El Gobierno de Canarias insiste en la necesidad de un modelo de gestión aeroportuaria propio, con participación en la toma de decisiones. Sin embargo, su escasa capacidad de influencia en el reparto de inversiones de Aena demuestra que esa demanda es más un discurso político que una realidad tangible. Si realmente se tuviera el poder que se proclama, ¿cómo se explica esta distribución insultante?
Quienes compran sin cuestionar la propaganda del Estado y del Ejecutivo regional, quienes aplauden estas inversiones sin analizar el trasfondo, son cómplices de una estrategia que perpetúa la desigualdad entre las islas. Lanzarote, con una infraestructura que necesita modernización urgente, no recibe ni una fracción justa de lo que le correspondería si los fondos se distribuyeran con criterio. Pero claro, la publicidad oficial dice otra cosa: habla de "compromiso", "conectividad" y "desarrollo".
Si el objetivo es fortalecer la conectividad del archipiélago, ¿por qué las inversiones siguen concentrándose en las mismas infraestructuras? ¿Por qué Lanzarote sigue siendo tratada como una hermana menor a la que se le da solo lo justo para que no proteste demasiado?
Mientras las instituciones sigan defendiendo este modelo de reparto sesgado y los medios afines compren el relato oficial sin cuestionarlo, Lanzarote seguirá recibiendo el cambio suelto de la inversión, mientras otros aeropuertos se transforman en símbolos de modernidad y progreso. Y todo, como siempre, envuelto en notas de prensa y discursos grandilocuentes que enmascaran la realidad.