Festival Saborea Lanzarote: un fin de semana de cultura, gastronomía y música
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Este fin de semana, la histórica Villa de Teguise se transformó en un vasto lienzo gastronómico, donde la undécima edición del Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote desplegó su magia culinaria. Con un ambiente festivo y un sol amable, miles de visitantes se congregaron para rendir homenaje a la diversidad y riqueza de la cocina de Lanzarote y más allá.
Desde temprano, el aroma embriagador de las especialidades linsulares e internacionales llenó el aire, prometiendo un día inolvidable. En el corazón de este encuentro, la pulpeira gallega destacó por su tradicional pulpo á feira, atraída desde Carballino para ofrecer un trocito de su tierra en esta isla volcánica. Este cruce de caminos culinarios no solo enriquece, sino que teje lazos entre las culturas de la Macaronesia y destinos más distantes.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, en su discurso inaugural, no ocultó su entusiasmo: “Durante estos dos días, Teguise se convierte en un escenario donde la innovación y la sostenibilidad se encuentran con la tradición gastronómica.” Su voz resonaba con orgullo mientras recalcaba la importancia de este festival para la visibilidad de la cadena de valor local y el patrimonio histórico insular.
El Gastromarket, con más de 120 expositores, ofreció un despliegue de sabores que iba desde lo ancestral hasta lo contemporáneo, mostrando que la tradición puede coexistir con la innovación. Las actividades, como las catas en el Aula del Vino y los talleres en el Obrador, fueron un éxito rotundo, colgando el cartel de "lleno" a pocas horas de su apertura.
Los chefs estrella, con ponencias de figuras como Jordi Roca y Eduard Xatruch, atrajeron a multitudes ávidas de conocer los secretos de estos maestros de la cocina. Mientras tanto, los talentos locales como Yeray Gil y Orlando Ortega demostraron que Lanzarote posee una oferta culinaria vibrante y de alta calidad, capaz de competir en el escenario global.
La jornada no solo se centró en degustaciones y aprendizaje, sino también en la celebración. La música en vivo de bandas como Guaraná y las sesiones de DJ añadieron un ritmo festivo al aire, mientras las familias disfrutaban de la Gastroludoteca, asegurando que cada miembro de la familia tenía su espacio para disfrutar.
En un esfuerzo por mejorar la experiencia y la sostenibilidad, el festival introdujo las pulseras cashless, facilitando las transacciones y reduciendo el impacto ambiental. La excelente organización del evento no solo aseguró la comodidad y seguridad de los asistentes, sino que también promovió una experiencia culinaria sin igual.