Más de 200 personas llegan a Lanzarote en pateras en una madrugada frenética
PJ
La madrugada del miércoles en Lanzarote fue testigo de una nueva avalancha migratoria. Cinco embarcaciones precarias arribaron a la isla, transportando a cerca de 200 personas, entre ellas mujeres y niños, en condiciones deplorables. Una sexta patera, que se aproximaba a las costas lanzaroteñas, fue desviada a Fuerteventura por Salvamento Marítimo. Las autoridades no descartan que esta sea solo la antesala de una posible oleada masiva en los próximos días, dado el clima calmado propio de septiembre que facilita la navegación desde las costas africanas.
La primera embarcación llegó pasada la medianoche, cerca de la una de la mañana, con 36 personas a bordo, incluidas dos criaturas y ocho mujeres. A lo largo de la madrugada, otras cuatro pateras arribaron casi al unísono, trayendo a la costa a más de 170 personas aún sin identificar. Mientras tanto, Salvamento Marítimo monitorea seis alertas adicionales, en previsión de que otras embarcaciones estén en camino.
Esta situación desbordó por completo la capacidad de los centros de retención de la isla, ya saturados por llegadas anteriores. Sin embargo, desde el Gobierno central, las acciones son mínimas, limitándose a responsabilizar a las autoridades canarias. Una postura que deja a la administración local lidiando sola con una crisis humanitaria que no parece tener fin.
A medida que los días pasan, crece la preocupación en las islas, no solo por la llegada de más embarcaciones, sino por la incapacidad de gestionar el volumen de personas que arriban en busca de refugio, seguridad y una oportunidad de vida mejor. Lanzarote se enfrenta a una situación crítica, y las autoridades locales insisten en que necesitan más apoyo estatal para afrontar una crisis que parece estar en su punto álgido.