Polémica en Lanzarote: PSOE denuncia maniobras en elección de Hijos Predilectos
PJ
La reciente modificación en el proceso de elección de Hijos e Hijas Predilectas de Lanzarote y La Graciosa por parte del actual gobierno del Cabildo ha desatado una ola de críticas y preocupaciones en el ámbito político . Oswaldo Betancort, cabeza de dicho gobierno, ha sido señalado por el Grupo Socialista del Cabildo de Lanzarote por lo que consideran un giro hacia un manejo más unilateral y partidista de las decisiones políticas. Alberto Aguiar, consejero socialista y exresponsable del área de Cultura, ha sido la voz que ha puesto en alerta sobre estas acciones que, según su perspectiva, amenazan con alterar el equilibrio democrático de la administración insular.
Hasta ahora, la elección de Hijos Predilectos y Adoptivos de las islas se realizaba mediante una mayoría reforzada de tres quintos, garantizando así una amplia representación y consenso. Sin embargo, la reciente aprobación de un nuevo reglamento propone una mayoría simple como método de elección, una medida que ha sido interpretada por muchos como una estrategia para consolidar el poder de decisión dentro del actual grupo de gobierno, minimizando la participación y el acuerdo con otras fuerzas políticas.
La denuncia del PSOE no se detiene en la mera crítica del cambio de procedimiento, sino que profundiza en las implicaciones de tal acto. La modificación del reglamento, llevada a cabo bajo circunstancias que Aguiar describe como de "nocturnidad y alevosía" y sin seguir los procedimientos establecidos por la ley, pone en cuestionamiento no solo la transparencia y la legalidad del proceso, sino también el espíritu de colaboración y diálogo que debería prevalecer en la gestión de los asuntos públicos. Este incidente, según Aguiar, no es más que una muestra de las intenciones de Betancort de dirigir los destinos de la isla bajo una visión estrechamente alineada con los intereses de su gobierno, dejando de lado la pluralidad y el consenso.
La reacción del PSOE subraya la importancia del debate y la deliberación entre diferentes grupos políticos como pilar de la democracia. La adopción de decisiones que reflejen las necesidades y preocupaciones de la mayoría de la ciudadanía, argumentan, solo es posible a través del consenso. Este enfoque no solo legitima las decisiones políticas sino que también refleja el verdadero proceso democrático, del cual Betancort parece estar alejándose.
La situación en el Cabildo de Lanzarote plantea un debate más amplio sobre cómo se toman las decisiones en el ámbito público y el papel que el consenso debe jugar en la administración de los asuntos comunes. Mientras que algunos podrían argumentar que una mayoría simple agiliza el proceso de toma de decisiones, otros ven en el consenso la esencia de la democracia, garantizando que todas las voces sean escuchadas y consideradas.