Alfredo Mendoza condena la postura del PP en la protección del Hotel Orienta
PJ
La declaración del Hotel Oriental como Bien de Interés Cultural (BIC) ha destapado una nueva controversia entre la gestión municipal y las políticas de conservación patrimonial. El PSOE de Arrecife ha lanzado duras críticas contra Yonathan de León, actual alcalde de la ciudad, acusándolo de adoptar una postura que califican de "irresponsable y cortoplacista" frente a la preservación del legado histórico de la localidad.
Alfredo Mendoza, concejal y portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Arrecife, ha sido la voz líder en este enfrentamiento, señalando que la actitud del alcalde no solo desmerece el valor cultural del Hotel Oriental sino que también refleja una falta de liderazgo en la protección del patrimonio. Según Mendoza, la dependencia de la iniciativa privada sin una dirección pública clara es indicativa de la "incapacidad del grupo de gobierno" para asegurar el futuro de los bienes patrimoniales de Arrecife.
Esta controversia surge en un contexto donde el Consejo de Patrimonio Cultural de Canarias ha validado informes técnicos que subrayan la importancia del Hotel Oriental, no solo como parte del patrimonio arquitectónico de la isla sino como un elemento clave en la conservación del casco antiguo de Arrecife. A pesar de esto, la administración local, liderada por De León, ha sido acusada de favorecer intereses partidistas sobre el bienestar cultural y histórico de la ciudad.
La posición del Partido Popular, que ha cuestionado tanto la validez de los informes técnicos como la profesionalidad del personal involucrado en la evaluación del Hotel Oriental, ha añadido más leña al fuego, siendo tachada de "irracional" por Mendoza. Esta crítica se intensifica con la revelación de que el PSOE condicionó su voto a favor de la demolición del hotel a la revisión del informe por el área de Patrimonio del Cabildo, lo que eventualmente condujo a la imposición de medidas cautelares.
La situación del Hotel Oriental no solo refleja las tensiones políticas en Arrecife sino también plantea interrogantes sobre el futuro de la conservación patrimonial en la isla. Mientras el debate continúa, la comunidad observa atentamente cómo se desarrollará esta lucha entre la preservación cultural y las dinámicas de poder local.