San Bartolomé, foco de la próxima gran infraestructura de acogida para migrantes: El Gobierno central avanza para que sea una realidad
PJ
La propuesta del Gobierno central de establecer un macrocentro de acogida para migrantes adultos en San Bartolomé, Lanzarote, ha reavivado el debate sobre la gestión de la crisis migratoria en Canarias. Ángel Víctor Torres, Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, confirmó en el Senado que ya se están realizando gestiones preliminares con la administración local para determinar la ubicación de esta infraestructura que ocuparía aproximadamente 12.000 metros cuadrados.
La noticia llega en un momento crítico, marcado por la llegada de 7.017 migrantes a las islas en enero, cifra equiparable a la registrada en los primeros seis meses de 2023, lo que subraya la creciente presión migratoria sobre el archipiélago. Sin embargo, la iniciativa ha encontrado resistencia, especialmente de Coalición Canaria (CC), cuyo senador, Pedro Sanginés, expresó su oposición argumentando que Canarias no puede, ni económicamente ni territorialmente, gestionar sola esta situación.
La controversia no se limita a la viabilidad o deseo de construir el centro, sino que también abarca la selección del sitio, 'El Polvorín' en Güime, un área con una declaración de interés medioambiental, lo que complica aún más el proceso. A pesar de estas dificultades, Torres destacó el compromiso de buscar consenso y colaboración con las autoridades locales, incluido el alcalde socialista de San Bartolomé, Isidro Pérez, y subrayó que cualquier decisión se alinearía con el Pacto Canario por la Migración.
El debate se intensifica con las recientes actividades de CC en San Bartolomé, donde se ha convocado a la ciudadanía para discutir la postura del partido contra la construcción del centro. Esta situación refleja la complejidad de la gestión migratoria en Canarias, una región que ha experimentado fluctuaciones significativas en las llegadas de migrantes y que busca desesperadamente soluciones sostenibles.
Torres reiteró el compromiso del Gobierno central con una gestión coordinada y solidaria de la crisis migratoria, enfatizando la importancia de evitar errores pasados y trabajar en conjunto con el Gobierno de Canarias y otras instituciones. Sin embargo, la tensión entre la necesidad de expandir la capacidad de acogida y las preocupaciones locales y medioambientales plantea un desafío significativo para las autoridades a todos los niveles.