Canarias necesita una revolución educativa para mejorar su competitividad, según informe de la Eurocámara
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Desde el inicio del siglo XXI, Canarias ha experimentado un progresivo empobrecimiento que ha sorprendido al Parlamento Europeo, calificándolo de "asombroso". Este declive económico, que ha alejado a las Islas de la renta per cápita tanto nacional como comunitaria, ha sido analizado detenidamente en un reciente informe encargado por la Comisión de Desarrollo Regional de la Eurocámara. El documento, titulado "Política de cohesión en las Regiones Ultraperiféricas (RUP)", no solo diagnostica los síntomas de esta depauperación colectiva sino que también apunta hacia soluciones centradas en la educación y la formación como pilares para revertir la situación.
El análisis del Parlamento Europeo destaca varios factores detrás de este fenómeno, entre ellos, la baja cualificación y formación en el archipiélago, un modelo económico excesivamente dependiente del turismo y una gestión ineficaz de los fondos estructurales y de cohesión. Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, ha reconocido la gravedad del problema, que considera el "gran problema" de la Comunidad Autónoma.
El informe subraya la importancia de modernizar los servicios de orientación profesional, con el objetivo de alinear las capacidades y habilidades de los alumnos con las necesidades del mercado laboral. Esta estrategia no solo busca mejorar la productividad y competitividad de la economía canaria sino también evitar el desperdicio de talento, un recurso valioso en cualquier sociedad.
Además, el estudio pone de relieve cómo la pandemia de la covid-19 exacerbó la situación, paralizando una industria turística ya de por sí vulnerable a factores externos. Esta vulnerabilidad, junto con una economía de baja cualificación que atrae mano de obra igualmente poco cualificada, ha contribuido a un círculo vicioso de baja productividad y competitividad.
El Parlamento Europeo no solo ha diagnosticado el problema sino que también ha reafirmado su compromiso con las RUP, abogando por una mayor protección y apoyo en todas las políticas de la UE. Este enfoque integral busca no solo abordar los desafíos económicos sino también fortalecer la cohesión social y mejorar las condiciones de vida de los canarios.
El informe también critica la gestión de los fondos comunitarios por parte del Gobierno de Canarias, sugiriendo que se ha priorizado la retención de financiación sobre la planificación y ejecución efectivas de proyectos transformadores. Esta falta de previsión es vista como un obstáculo significativo para el desarrollo futuro de las Islas.