PRIMERAS CRÍTICAS POR LA UBICACIÓN DEL SIVE EN PLENO MIRADOR DE GUINATE

La instalación del SIVE es una vieja demanda de la sociedad lanzaroteña para detectar la llegada de pateras por el flanco norte. Hasta ahora el sistema de detección de embarcaciones en alta mar tenía un punto ciego y, precisamente por eso, bajo la presidencia de Mariano Rajoy, el Gobierno adquirió los equipos y radares completos, pero la inversión de 6 millones de euros lleva años a la espera de su definitiva instalación, a riesgo incluso de deteriorarse en el almacén de la Guardia Civil de Costa Teguise donde, cual gaveta del olvido, ha permanecido durante cerca de una década.

El Ayuntamiento incide en su satisfacción por el comienzo de las obras, pero cree que Interior ha elegido un lugar emblemático y declarado espacio protegido al estar dentro del Parque Natural del Archipiélago Chinijo y del propio Risco de Famara. Precisamente para evitar estas trabas municipales y agilizar la instalación, el Gobierno de Pedro Sánchez ha calificado las obras "de emergencia".

 Esto ya ha provocado que desde algunos sectores se  considera que el Ministerio del Interior podía buscar otras zonas menos impactantes, como en un punto en concreto donde ya existen distintas instalaciones y cuadros de distribución energética. 

Entre quienes se oponen no a la instalación en sí, sino a la ubicación concreta elegida en este paraje para colocar el radar, la alcaldesa de Haría, Chaxiraxi Niz, que ha venido mostrando públicamente su rechazo a dicha ubicación al entender que el Mirador de Guinate "es un espacios único que se verá negativamente afectado". 

Niz, que este pasado viernes ha vuelto a manifestar en facebook  su rechazo, entiende que en las proximidades de este espacio "hay otras zonas donde ubicar el necesario SIVE para el control de pateras, pero con menos impacto".